El Santo de hoy: San Calixto, artífice de las catacumbas y mártir

Recuerda la Sagrada Escritura que el Señor liberta a los cautivos. Hoy hacemos memoria del Papa San Calixto I, cuya vida transcurrió entre los siglos II y III, mostrándose la liberación del Señor. Su nombre significa “muy hermoso”, y muy popular se hizo por la edificación de las catacumbas que llevan su nombre, durante la persecución a los cristianos. Muchos sepulcros de mártires como es el caso de Santa Cecilia, se encuentran enterrados en estas cuevas subterráneas.

Los inicios de su historia nos hablan de su trabajo como esclavo en las minas, donde sufrió mucho. Tras ser liberado, profundiza en la Fe de Cristo, hasta el punto de que el Papa San Ceferino le elige como colaborador y le encomienda la ampliación de las catacumbas. Tal fue el prestigio que se ganó entre los cristianos que, cuando murió San Ceferino, Dios le designa como Vicario suyo y Sucesor de Pedro.

Su apostolado se centra en el mundo de Roma, imbuido del paganismo. Incluso tuvo que hacer frente a algunas corrientes rigoristas -una de ellas encabezada por San Hipólito- donde se pensaba que si una persona cometía pecados mortales, ya no se le podía contar entre los posibles candidatos al Episcopado. Esto causó una gran controversia y revuelo en el seno de la Comunidad Cristiana de esos momentos.

Sobre ello, este Pontífice dejó claro que todo creyente puede experimentar la Misericordia de Dios y arrepentirse. Todo eso, unido a su fuerza y tesón, convierte a muchos romanos al Señor. Descubierto por los perseguidores como servidor de Cristo y el guía de los cristianos, es detenido y llevado a una fosa. Pero esto no sirve, sino para que Calixto se reafirme en su condición de Servidor del Evangelio. Entonces San Calixto es condenado a morir por causa del Reino de Dios, en torno al año 222.