Santa Ángela de Mérici, maestra de Fe y cultura
Madrid - Publicado el
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La preocupación de Dios es que su Hijo, Palabra Eterna por la que todo ha venido a la existencia, sea conocido a través de su obra en el mundo y el testimonio de los creyentes. Nos encontramos hoy en el calendario con la festividad de Santa Ángela de Mérici, que fue una verdadera lámpara que alumbró y ayudó a los más necesitados de formación y cultura. Nacida en Italia en 1470, lleva una infancia muy sufrida.
Su triste situación le hace tremendamente compasiva con las niñas pobres de la época. Pronto se hará Terciaria Franciscana, extendiéndose su fama de santidad entre muchos nobles y personajes importantes que le piden consejo para resolver muchos asuntos. Continuando con su preocupación por las jóvenes que sufren, repara en la incultura que poseen. No solamente no saben leer ni escribir, sino que viven en la más absoluta ignorancia.
Sobre todo en lo referente a la temática religiosa. Nadie les enseña los pilares de la Fe, y ella se ve en la necesidad de ayudarles. La providencia le pide esa obra de misericordia de “enseñar al que no sabe”. Incluso observaba que todo el mundo estaba empeñado en organizar la vida como si Dios no existiera. Así funda las ursulinas, en honor de Santa Úrsula, a la que Ángela profesaba gran devoción.
Una de sus tareas prioritaria fue preparar unas asociaciones en cada barrio donde se enseñase el Catecismo. Su carácter dinámico y alegre, hizo que la Congregación que se inició en Brescia, se propagase por todo el orbe. Era un verdadero fermento en la masa. Y si las ursulinas surgen en 1535, a los cinco años, muere la fundadora, Santa Ángela de Mérici. Será canonizada en el año 1807. Su amor a Cristo, se puso de manifiesto en sus últimas palabras antes de morir.