Santa Isabel de Hungría
Publicado el
2 min lectura
La bondad del hombre que sigue a Dios salta a la vista. Los que lo ven se quedan admirados y se sienten arrastrados a seguir ese camino por amor. Hoy conmemoramos a Santa Isabel de Hungría que fue estímulo de servir a Dios para cuantos le conocieron. El año 1207 nace esta mujer, hija de Andrés, Rey de Hungría y primo del emperador de Alemania. Cuando tenía catorce años de edad, se casó con Luis Landgrave de Turinga, a pesar de que muchos viesen una edad prematura en los esposos.
Sin embargo, los desposorios se celebraron, y todos repararon en la bondad y ternura de la joven que tuvo tres hijos a los que educó en la Fe, realidad de la que estuvo impregnada toda su vida. El espíritu de piedad y oración que tuvo le hizo ser madre y esposa ejemplar. No faltaron las envidias ante su recto proceder, sobre todo, cuando al arreciar el hambre, repartió comida entre los más pobres.
El santoral de hoy, martes 17 de noviembre
De esta forma seguía los parámetros de la Escritura al decir cuando partas tu pan con el hambriento y vistas al que ves necesitado, entonces brillará tu luz y junto a ti irá la Gloria del Señor. También creó dos hospitales para una mejor atención de los enfermos y personas que sufrían cualquier dolencia. Incluso ella misma se entregó de lleno a auxiliar a los propios enfermos que acudían al lugar.
No obstante tampoco le faltaron dificultades propias de los discípulos de Cristo, como es el caso de la defensa de los derechos de su hijo mayor a la muerte de su esposo. Las pruebas que tuvo le acercaron en mayor medida a la Cruz de Cristo que invita a todos los que quieren ser sus discípulos a cargar con ella para seguirle. Murió el año 1231 en Marburgo y profundizó su Fe desde la espiritualidad de la pobreza y el desprendimiento.