San Leandro
Tras varios años en un Convento de Sevilla, donde se dedicó a la Oración Contemplativa, es elegido Obispo desempeñando un ministerio de auténtico celo por la unidad de la Iglesia
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Muchas han sido las figuras importantes en el panorama religioso y cultural que han surgido en nuestra tierra. Hoy nos acercamos hasta el español San Leandro, una de las figuras más insignes en el ambiente de entonces. Nace en Cartagena el año 534. Nieto de Teodorico, rey de los Ostrogodos, fue hermano de los también santos Isidoro, Fulgencio y Florentina.
Desde niño tuvo un gran espíritu de oratoria, plasmado en su fácil palabra, así como un dulce trato en la comunicación con los demás. Tras varios años en un Convento de Sevilla, donde se dedicó a la Oración Contemplativa. A la muerte del Obispo de aquella Diócesis, él es elegido para ocupar su puesto, servicio que ocupará, desempeñando un ministerio de auténtico celo por la unidad de la Iglesia, en bien de todas las almas. Prueba de ello, es la conversión de Hermenegildo del arrianismo –herejía que negaba la Divinidad de Cristo- al catolicismo.
El santoral de hoy, viernes 13 de noviembre
Comprobados sus buenos frutos apostólicos, pronto será enviado como legado a Constantinopla. Allí trabaría trato, consolidando una fuerte amistad, con San Gregorio Magno, para cumplir aquello que recalca la Sagrada Escritura de que “Quien tiene un amigo, tiene un tesoro”. Pero, frente a esta situación de paz y calma, llegan momentos de sufrir la Cruz, porque el rey destierra al Obispo de Sevilla por haber convertido al ya muerto Hermenegildo.
Tras reconocer su error y mandar volver a Leandro, el monarca le encarga el cuidado de su hijo Recaredo al que convertirá también al catolicismo, este Santo Obispo que presidirá el III Concilio de Toledo, donde se dan normas para fomentar la Santidad de los sacerdotes y los laicos. Muere en el 600 y sus reliquias descansan en la Catedral Hispalense.