San Martín Cid

Contemplativo y caritativo, se retira de ermitaño a la cuevas de Paleas en la Diócesis de Zamora donde vive con especiales y profundas experiencias de Dios

San Martín Cid

Redacción Religión Jesús Luis Sacristán

Publicado el

2 min lectura

No siempre es fácil conocer la vida de los Santos a lo largo de toda su trayectoria. A veces sí, pero en otras ocasiones nos encontramos con un retazo de su historia. El suficiente para saber que siguió la senda de la Fe. Así es el caso de San Martín Cid, que conmemoramos en este penúltimo día de octubre Su nacimiento se sitúa en Zamora en torno al siglo XII.

La infancia pasó inadvertida. No existen datos más allá de sus raíces zamoranas hasta que se da por hecho su cercanía a Dios. Esto cristalizó en una vocación consagrada y la consiguiente ordenación sacerdotal. Ya de clérigo parece como si hubiese encontrado un puesto entre los carismas de la Iglesia, pero no fue así. La siguiente parada en la estación de su camino fue el sentimiento especial hacia una interiorización más profunda que cristalizó en una vocación contemplativa.

El santoral de hoy, viernes 30 de octubre

Así se retira de ermitaño a la cuevas de Paleas en la Diócesis de Zamora donde vive con especiales y profundas experiencias de Dios. No contento con eso se acerca a una penitencia muy rigurosa con la intención de vencer cualquier tentación que le aparte de la vida sobrenatural. Dado que ese lugar donde hacía sus sacrificios fue anteriormente cueva de salteadores, se propuso construir un hospital que atendiese a enfermos y necesitados de cualquier tipo.

Para conseguir el propósito puso los ojos en el Monasterio de Moreruela cuyos monjes benedictinos en origen, se habían acercado a la reforma del Císter. Por ello Martín pidió al obispo que rogase a San Bernardo que un grupo de los citados monjes fuese al hospital para servir. Elegido Abad del Convento hospital contra su voluntad, ya que él quería luchar en el silencio humilde, al final aceptó y fue ejemplo de coherencia en lo que decía y hacía. Tras fundar más Monasterios muere el año 1152 en uno de ellos, siendo trasladadas sus reliquias a otro Convento con su mismo nombre.

Temas relacionados