Antonio Jiménez: "Arturo Fernández fue un trabajador incansable con una cabeza privilegiada"

Se nos fue 'chatín'. El entrañable y querido Arturo Fernández. Un extraordinario profesional de la escena, un trabajador infatigable, que nos ha dejado después de cumplir el pasado febrero 90 años sin bajarse del escenario, de su escenario, de su teatro como empresario y actor principal, de lo que siempre presumió sin necesitar ni un euro de ayudas públicas ni subvenciones tal y como se encargaba de recordarnos.

La última vez que coincidí con él fue en vísperas de su noventa cumpleaños y como siempre que nos veíamos le ponderaba su envidiada figura, impropia de un nonagenario, su porte equilibrado y elegante y a renglón seguido le invitaba a una entrevista en 'El Cascabel'. Una más, porque felizmente pude entrevistarle varias veces y siempre disfrutamos con sus opiniones políticamente incorrectas pero con sentido común y ligadas al run run de la calle .

Arturo Fernández seguía nuestro programa, 'El Cascabel' ,siempre que sus obligaciones teatrales se lo permitían, obligaciones que no dejó hasta el final de sus días. Fue un trabajador incansable con una cabeza privilegiada y un físico portentoso capaz de aguantar sobre las tablas noche tras noche mientras seguía cumpliendo años.

Su última gira le había llevado a Sevilla, al Lope de Vega, donde estaba representando 'Alta Seducción', la alta comedia con la que disfrutaba él y deleitaba a los espectadores. Se puede decir que Arturo Fernández murió con las botas puestas y desde hoy, siempre recordaremos a este sempiterno gala, con enorme afecto y gran admiración como actor y como persona.