La noticia de Jiménez: “A Llarena no le hará gracia que Sánchez diga que da órdenes a la Fiscalía"

En campañas electorales suele meterse la pata por parte de los candidatos porque se manifiestan de manera precipitada. Están mirando el interés del vot y, con tal de recoger de aquí y allá dicen cosas que tienen consecuencias. Le ha pasado hoy a Sánchez. El presidente del Gobierno ponía énfasis en la urgencia que supone traerse a Puigdemont a España había dado órdenes a la Fiscalía para que así lo hiciera.

Claro. Le preguntaban si eran ellos los que ordenaban a la Fiscalía que actuara de manera contundente... ¿De quien depende? ¡Del Gobierno! Pues ya está. Todo eso cuestiona la independencia judicial y pone en sofa los procesos judiciales fuera de España.

A Llarena no le habrá hecho ninguna gracia estos comentarios. La causa de la Justicia se puede ver contaminada por unas declaraciones inoportuna. Evidentemente la Justicia actúa de forma independiente, y se ha visto en el juicio del procés. La Fiscalía les quería condenar por rebelión y sedición, y el Gobierno no estaba por la labor.

Ahora se puede ver más allá de las fronteras que la Fiscalía está al servicio del Gobierno. Luego Sánchez ha intentado rectificar pero el daño ya está hecho. Habrá que ver que consecuencias tiene para la posible entrega de Puigdemont. Pero está claro que Sánchez está intentando captar de los indecisos de Ciudadanos.

Se pone duro con los separatistas, que hay que traerse a Puigdemont, que no va a pactar con los separatistas... Cuando uno se manifiesta de una manera tan torpe suele tener consecuencias que no son las más deseable tanto para el Estado como para trae a alguien que violó la legalidad Constitucional.