El duro relato de una víctima del tren atrapado en el incendio de Bejís: "Solo pensaba en sacar a mis hijos"
Isabel, con quemaduras de tercer grado, consiguió salvar su vida y la de sus hijos, de diez y cinco años, mientras corrían entre las llamas y la ayuda de "un héroe zaragozano"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Un juzgado de Castellón ha abierto una causa para investigar el incidente en el que se vio envuelto un tren de la línea Valencia-Zaragoza que el pasado 16 de agosto se adentró en un incendio forestal y en el que resultaron heridas quince personas.
Isabel Irlandés es una de esas víctimas que viajaba en el tren y ha estado en ‘El Cascabel’ de TRECE para explicar todo lo que sucedió: “Son unos momentos muy duros. Estamos viendo muchas injusticias, se están diciendo muchas cosas que no nos gustan. Mi familia está hundida por todo lo que se está diciendo del tema del pánico. He estado mes y medio hospitalizada. Tengo toda la cara injerto, cuello, brazo… esto es de por vida. Llevo seis operaciones”.
“La realidad es un abandono total. Este tren nunca debía haber salido de Valencia. Es un tren muy antiguo y conozco la zona. La persona o personas responsables no hicieron bien su trabajo porque nadie tiene el derecho de poner la vida de mis hijos en peligro”, advierte Isabel.
¿Qué es lo que sucedió realmente?: “Mi percepción es que el tren lo frena un pasajero. El tren mete un frenado brusco y un pitido espeluznante. Estábamos viendo que las llamas se iban acercando y mi alerta como madre se dispara cuando veo una llama. Mi hija me preguntó si vamos a morir. Buscaba un punto de referencia que era la maquinista, pero perdió los papeles, lloraba y decía que no sabía lo que hacer. Estaba totalmente bloqueada. Ella me transmitió pánico. La persona que debe conocer el protocolo de emergencia no tenía el control y pensé que era una muerte horrible para mis hijos. Cojo a mis hijos y le pregunté ¿qué hago para salvar la vida de mis hijos? Y ella me dice que le baje del tren y vaya por las vías. Ella es quién me ayuda a bajar a mis hijos”.
También ha aclarado algunos de los “bulos” de los que se han hecho eco algunos medios de comunicación y que hacen tanto daño a las víctimas como Isabel: “Nadie rompió ventanas. ¿Qué madre va a hacer eso? Yo fui a la persona de referencia. Cuando una madre se encuentra en peligro con sus dos hijos, lo que hace es no perder la calma y encontrar la salida más viable. Es una situación límite”. También sobre la maquinista: “A la maquinista se le pone como heroína… yo le veo como una víctima más, no la criminalizo, pero la actuación que tuvo no corresponde con lo que se está diciendo en prensa. Ella no ha dado la cara, yo estoy aquí dando la cara, que la tengo quemada. ¿Por qué no ha dado la cara? Si no tiene nada que esconder… yo no tengo nada que esconder”.
Isabel continúa su relato: “Notábamos el calor insoportable y mi hija se hizo tres kilómetros corriendo por las vías. Me hizo caso a la perfección y salió corriendo. Yo me quedé con el pequeño y me lo cargué encima. Yo notaba que me quemaba, pero no sentía el dolor porque había tocado el nervio, es un tercer grado. Iba como un astronauta, muy lento. Comencé a rezar y en ese momento vi una silueta de otro pasajero, David, que me ayudó. Este chico zaragozano es un héroe y luego ayudó a más pasajeros. No sé cómo estamos vivos, no lo consigo entender. Empezamos a escuchar un pitido y pensé que el tren volvía envuelto en llamas. Cuando nos encontramos con mi hija nos abrazamos, es volver a nacer”.
Con la investigación abierta sobre el accidente, son muchas las víctimas que buscan respuestas y responsables: “En prensa se está desviando mucho la cuestión de quién deja salir ese tren de valencia. Tiene que haber un responsable. Nadie se preocupó por nosotros, se te ponen los pelos de punta. Cuando ves en las noticias que te tratan de vándalos… nadie quiere poner a sus hijos en peligro. Tenemos una serie de gastos increíbles con temas médicos y no recibí ninguna llamada, ninguna ayuda. No tenemos estos recursos. A nivel humano, cero por parte de ningún organismo”.