Sufre dos ‘inquiokupaciones’ y acaba con una deuda de 80.000€: “Voy hasta las últimas consecuencias”

Los inquilinos de la vivienda de Ana han dejado de pagar el alquiler y, además, también lo han hecho los inquilinos de la casa de su tía, una mujer de 90 años que está a su cargo. Ana ya ha recuperado las dos residencias, pero las deudas a las que ahora se tiene que hacer frente ascienden los 75.000 euros. En TRECE hemos comprobado en qué estado ha quedado una de las viviendas después de la okupación.

Ana, víctima de okupación, ha estado en ‘El Cascabel’ para explicar en qué situación se encuentra: “Tengo destrozos en la vivienda, gastos judiciales… además, el que ha estado en la casa ha ido al juzgado a solicitar una compensación por las mejoras que ha hecho en la vivienda”. Ana apunta que el perfil de estos okupas es “gente que lleva coches de lujo, pero no tienen nada a su nombre y se declaran insolventes” y destaca que “la justicia les ampara a ellos porque entre que se mete en la casa, entre que hay juicio, entre que se le desahucia… trascurre un año”.

“Esto es una locura. Voy hasta el final y hasta las últimas consecuencias”, asegura Ana tras relatar cómo los okupas se llevaban los radiadores e, incluso, la caldera de gasóleo.

Ana explica algunos de los trucos que su inquiokupa utilizó para evitar el desahucio: “Cuando llegó el momento de echarle, metió a su padre dependiente alegando que tenía una persona a su carga. No le dio la más mínima lástima de dejar a su padre, un anciano de 94 años, con ratas y cucarachas para presionarme para que quitara la denuncia y evitar el desahucio”.