¿Hay que regular todo?: La imposición europea de los tapones unidos a las botellas

La polémica de los tapones unidos a las botellas de hasta tres litros no cesa. Cuesta encontrar alguna persona a quien le guste el sistema. En uno de esos cambios, como tantos otros, que ha llegado a nuestras vidas en los últimos meses como consecuencia de las decisiones que se toman en la Unión Europea. Nos preguntamos si tiene sentido que desde Bruselas se regule nuestro día a día hasta estos límites.

De lo que se trata es de hacernos la gran pregunta de hasta qué punto tiene sentido que se regulen hasta los aspectos más pequeños de nuestro día a día. La norma obliga que desde julio de este año a que todos los tapones de envases por debajo de los 3 litros, tengan un sistema que impida separarlos.

En teoría esto es para evitar que los plásticos de los tapones vayan a la basura "normal" y así poder reciclar. Y ese es el mismo argumento que se ha utilizado para imponer por ejemplo vasos, platos o pajitas de cartón que se deshacen al usarlas. Según estudios publicados en una de las revistas científicas más importantes del sector de la alimentación, estas pajitas contendrían productos un tanto peligrosos para la salud. La gran pregunta aquí es si se nos está yendo las manos con esto de regular, para al final tener peores productos.

En 'La Gran Pregunta' hemos recordado la divertida anécdota del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy con los tapones de plástico. Él no es el único al que le ha resultado incómodo aprender a convivir con ello.