"Felicidad y adrenalina" entre los equipos de rescate que buscaban a dos espeleólogos en Cantabria

Han sido más de 40 horas angustiosas. Dos espeleólogos de unos cuarenta años y de Castilla y León, desaparecían este sábado en la cueva de La Gándara que se encuentra en la localidad cántabra de Soba. Se habían activado todas las alertas y puesto en marcha un amplísimo dispositivo con 94 efectivos, personal de bomberos, agentes de la Guardia Civil, helicópteros y drones al que incluso se había sumado la Unidad Militar de Emergencia (UME). Pese a que ambos contaban con una amplia experiencia se les perdía la pista y comenzaba así una búqueda a contrarreloj que afortunadamente ha tenido un final feliz. Los dos espeleólogos han sido localizados en la misma cueva pero en otro camino diferente al habitual debido a que se habían extraviado de la ruta clásica después de perder la orientación. Han salido por su propio pie, ilesos, y sonrientes.

Paloma y Alfonso, encontrados con vida e ilesos

La pareja de espeléologos se apuntó a realizar una actividad con una empresa que les proporcionaba el material de acceso para realizar la travesía de manera autónoma. La expedición empezaba el pasado sábado a mediodía pero el servicio de emergencias 112 no tenía constancia de ella, algo que es imprescindible. En esas labores de rescate y esa operación que ha terminado con éxito, ha participado Sergio Pérez, brigada de la UME que asegura en 'Trece al Día' que todos los efectivos están satisfechos de este final feliz "estamos muy satisfechos, aunque hay cansancio estamos contentos y satisfechos con el trabajo realizado. Siempre que se planifica una intervención de este nivel, empezamos con una búsqueda y luego se lleva a cabo". Sergio explica cómo ha sido el momento en el que han localizado a los dos desaparecidos: "Han empezado a silbar, en el momento que les han respondido y se han encontrado... Ese momento, ese abrazo y esa satisfacción con la adrenalina a tope imaginaos, luego ya se han reencontrado con las familias". A pesar de la dificultad de operaciones como esta, Seergio asegura que los equipos de rescate no tiran la toalla: "nunca perdemos la esperanza, hay que tirar para adelante, barajábamos todas las hipótesis pero en este caso ha habido un final feliz".

En cuanto a la actuación de los dos desaparecidos al perderse, el brigada de la UME, asegura que han reaccionado correctamente: "Es una cueva complicada, una actividad bastante exigente y ha sido un despiste pero han actuado bien, se han quedado en el sitio y han guardado previsiones y fuerzas". Precisamente por eso, anbos se encuentran bien: "su estado de salud es bueno, están con sus familias y están contentos después del susto que se han llevado".

Una cueva extensa y con un recorrido "muy técnico"

La cueva de La Gándara es conocida por su extensión (unos 100 kilómetros) y por la dificultad en cuanto a su recorrido. De hecho, esta cueva que forma a su vez parte de un complejo de cuevas conocido como Gamarciega, cuenta con varios tramos qye requieren de mucho nivel técnico. Por una de esas cavidades, de entre las más difíciles, es por donde accedieron Paloma y Alfonso. A buen ritmo se hace en 20 horas, y es sin duda para profesionales. Para acceder a ella es fundamental ir prvistos de comida, agua, o ropa térmica, algo con lo que, según Alfonso, ellos contaban: "Estábamos preparados, teníamos de todo, agua, comida, punto caliente. Solo teníamos que esperar a que nos vinieran a buscar e indicarnos la salida".