Nuevo descubrimiento sobre Egipto: hallan los restos de un navío y un cementerio sumergidos
Se han descubierto un navío hundido del siglo II a.C. y un cementerio griego que data de los primeros años del siglo IV a.C.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Una misión egipcio-francesa reveló a finales de julio el descubrimiento de unos nuevos restos arqueológicos que nos aportan más información a una de las culturas con más peso en nuestra historia: la egipcia.
Este hallazgo tuvo lugar en la ciudad de Thonis-Heracleion la cual, está sumergida en las aguas del Mediterráneo, cerca de las costas de Egipto y próxima a la localidad de Alejandría.
Por medio de un comunicado, el Ministerio de Antigüedades egipcio confirmó los dos descubrimientos destacando los retos de un barco militar que se hundió en el siglo II a.C. y que estaba depositado bajo cinco metros de barro junto a los vestigios del templo del dios Amon.
Este santuario, según ha destacado en su artículo "20minutos" fue muy importante en su momento para la ciudad de Thonis-Heracleion que a su vez, era el principal puerto de entrada a Egipto para todas aquellas embarcaciones que procedían de Grecia, justo antes de la fundación de Alejandría en el año 331 a.C.
Un raro descubrimiento
El director del Instituto Europeo de Arqueología Sumergida (IEASM) Franck Goddio, explicó en el comunicado anteriormente mencionado que encontrar este tipo e hallazgos y sobre todo, este tipo de barcos destacan por su extrema rareza.
A parte de este, otro de los descubrimientos que se han conseguido justo en la misma zona es el de un cementerio griego que data de los primeros años del siglo IV a.C. y que aportan muchas donaciones de enorme valor.
"Este descubrimiento ilustra la presencia de mercaderes griegos que vivieron en la ciudad y controlaban la entrada a Egipto en la boca del brazo Canope del río Nilo", afirmaba el director.
Según lo que ha podido conocer la misión egipcio-francesa, los griegos pudieron asentarse en la ciudad durante las últimas dinastías de faraones, dando lugar a la aparición de sus propios templos cerca del santuario de Amon.
Es necesario tener en cuenta que, por un largo periodo histórico, Grecia estuvo asociado y muy unido al pueblo egipcio, por lo que no sorprende el hecho de que, cuando se produzcan este tipo de descubrimientos a corto o largo plazo, se encuentren objetos de ambas culturas.