2020, un año negro para la hostelería española: pérdidas de más de 60.000 millones y la mitad de facturación
Se prevé que se pierdan entre 900.000 puestos de trabajo y 1,1 millones, con hasta 680.000 empleos directos afectados
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Si hay un sector del empleo señalado y castigado por la pandemia, ese es el de la hostelería. No sólo en cuanto a medidas restrictivas debido al coronavirus, sino también en lo referente a la crisis económica que se ha generado a raíz de esta enfermedad. España no es una excepción a la mala dinámica, como se viene comprobando desde hace meses.
Según Hostelería de España, habrá casi 67.000 millones de euros en pérdidas para sus negocios en 2020, con una caída en la facturación de en torno a un 50%. Ahora mismo, hay 334.410 trabajadores en ERTE (eran más de 900.000 al inicio de la crisis), de los cuales 226.008 pertenecen a la restauración. A pocos días de terminar el año, han desaparecido cerca de 85.000 establecimientos, que podrían convertirse en 100.000, si no se prorrogan esos ERTE, en febrero de 2021.
Aún hay más, ya que se prevé que se pierdan entre 900.000 puestos de trabajo y 1,1 millones, con hasta 680.000 empleos directos afectados. “Es difícil pensar que con 67.000 millones de caída, con un sector facturando menos de la mitad, un empresario tenga la obligación de mantener las plantillas. Eso es imposible para una empresa que factura la mitad. Habrá reestructuración de plantillas, sea mediante los ERTE, los concursos de acreedores o los instrumentos que esperemos que se creen”, reconoció con franqueza el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel.
Los datos todavía resultan más dramáticos si se tiene en cuenta que la hostelería es la tercera industria nacional: aporta un 6,2% al PIB y un 8,7% al total de ocupados y sostiene a casi dos millones de familias españolas. Los autónomos y los empleados a secas del sector, que suelen presentar mayor precariedad, se han visto especialmente afectados por la situación.
A nivel regional, Baleares es la Comunidad Autónoma con la hostelería más lastrada, con una caída de negocio del 71,2% entre enero y septiembre. Le siguen Canarias, con un 56,5%, y Cataluña, con un 50,9%. Por otro lado (los descensos de facturación que acabamos de reseñar son superiores a la media nacional), la hostelería de Asturias es la que mejor parada sale: un 32,9% menos de negocio.
¿Qué pasó en 2019?
Todo era muy distinto el año pasado, cuando la hostelería marcó récord de trabajadores. Entonces, la restauración contaba con más de 1,3 millones de empleados (por otro lado, había más de 400.000 relacionados con las actividades de alojamiento).
Los bares suponían algo más del 57% de los establecimientos del sector hostelero (más de 181.000), con su producción aumentando un 2% para quedarse en algo más de 37.000 millones de euros. En cuanto a los restaurantes, casi eran 81.000 (un 2,3% más), con una producción de casi 50.000 millones de euros. Eso sí, hubo más de 2.000 bares menos y casi 1.800 restaurantes más.
En total, había cerca de 316.000 establecimientos hosteleros en España hace un año, con más de 1.715.000 trabajadores ocupados y un volumen de negocio de 129.341 millones de euros.
Las perspectivas de recuperación
El escenario más positivo contempla la vuelta de la situación precrisis a partir del verano, una mayor confianza de los clientes nacionales e internacionales, teletrabajo y mayor consumo a domicilio y la desaparición de parte de los negocios. Si esto sucediese, la hostelería podría empezar a recuperar sus cifras de ventas a finales de 2021 o principios de 2022.
La perspectiva más pesimista es que se mantenga la caída cercana al 50% que se da ahora. ¿Qué factores llevarían a que no dejase de ocurrir lo mismo en un futuro próximo? Más restricciones, inseguridad y desconfianza del consumidor, menores ingresos y la desaparición de un mayor número de negocios.