Así es el 'Método Kakebo': el sistema que te ayudará a saber gastar y ahorrar esta Navidad y el resto del año

Una libreta, un bolígrafo y unos pocos minutos al día es todo lo que necesitas para gestionar los gastos familiares del día, del mes y del año

El 'Método Kakebo': te ayudará a gastar y a ahorrar esta Navidad y el resto del año

Raquel Pérez Polo

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Kakebo [pronunciado kah-keh-boh], por si no saben japones, significa "libro de cuentas del hogar". Puede que para usted, para ti (si me permite la confianza), que está, que estás leyendo estas líneas, como para mí, lo de kakebo o el Método Kakebo que es de lo que va este artículo nos pille descolocados, voy más allá, incluso sin interés por saber qué es. Pues para dar la vuelta a ese posible desinterés me he afanado, he puesto todo de mi parte para explicárselo.

De entrada podemos decir que la inventora, la autora de este método es toda una eminencia en Japón y allende sus fronteras, su fama es superior a la de la organizadora de los armarios y cajones de medio mundo, Marie Kondo. Miembro de una familia de samuráis, educada en la Primera Escuela Superior de Mujeres de Tokio, Motoko Hani es, además de escritora e inventora del Método Kakebo, la primera mujer periodista de Japón, profesión con la que se empeñó en defender que las mujeres somos iguales que los hombres en todos los sentidos, y que ellos son iguales a nosotras en la esfera doméstica al estilo occidental. Y dio un pasito más, somos las mujeres las que mejor llevamos la economía de nuestro hogar.

Motoko Hani es, además de escritora e inventora del Método Kakebo, la primera mujer periodista de Japón

Motoko Hani. Fuente: National Diet Library, Japan

No podemos pasar por alto que Motoko Hani vivió 84 años, entre 1873 y 1957, en una sociedad marcada por la sumisión de la mujer al marido. Incluso en la actualidad, y siendo uno de los países más industrializados y modernos del mundo, Japón ocupa -según el Foro Económico Mundial-, el puesto 120 de 156 países en el Índice Global de la Brecha de Género de 2022 (Global Gender Gap Report 2022), la mayor brecha de género entre las economías que se reconocen como avanzadas.

Consciente de esa situación y más en su época, Hani, Motoko Hani, ideó un método que daba poder a las mujeres. Su método para llevar las finanzas domésticas, para manejar la economía familiar "fue una herramienta liberadora para las mujeres, porque les daba el control sobre las decisiones financieras”, escribie Fumiko Chiba en su libro 'Kakebo: El arte japonés de ahorrar dinero'.

Una libreta, un bolígrafo y unos minutos cada día

Después de 118 años, el 'Método Kakebo' sigue de total vigencia. Su principal objetivo es concienciarnos de en qué gastamos el dinero, para controlar esos gastos, recortarlos si fuera necesario y de esa manera, ahorrar.

Con estas premisas, ¿qué es y cómo funciona este método de ahorro?

Ya saben aquello de que quien mejor ahorra no es el que menos gasta sino el que gasta con sentido común, con sabiduría. Con el 'Método Kakebo' que consiste en llevar un registro diario y por escrito, tanto los ingresos como de los gastos fijos y variables desglosados en diferentes categorías, podemos establecer objetivos de ahorro realistas, con lo que vamos a comprobar aquellos gastos que son totalmente innecesarios a los que deberíamos poner fin.

El registro diario de esos gastos nos permite sabe cuáles son esos gastos domésticos imprescindibles y los que no necesitamos, y lo vemos de una forma tan clara y visual que nos lleva a corregir todos aquellos gastos superfluos y evitables.

Una libreta, un bolígrafo y unos minutos cada día el material necesario para el Método Kakebo

¿Cómo funciona? Para comenzar a practicar este método, esta forma de ahorro, necesitamos muy pocos materiales: una libreta en blanco, un bolígrafo y, lo más voluntarioso, dedicar a esta labor unos minutos de nuestro tiempo cada día.

Con el cuaderno y el boli en la mano, lo primero que anotaremos es nuestro sueldo, aquellos ingresos con los que contamos a principio de cada mes: si tenemos un trabajo con un sueldo fijo es fácil, la dificultad se presenta cuando esos ingresos mensuales varían. En esta segunda opción, lo mejor es anotar la estimación que más se aproxime a los ingresos que tengamos normalmente. Mejor una estimación a la baja porque así no nos descuadrará nuestras previsiones de ahorro y el dinero disponible para gastos imprevisibles.

Lo segundo, es anotar los gatos fijos que solemos tener mes a mes (electricidad, comunidad, hipoteca si tenemos u otros préstamos...); de la cantidad que resulte entre la diferencia de los ingresos y los gastos fijos nos permitirá decidir qué cantidad destinamos al ahorro cada mes.

Decidido nuestro objetivo de ahorro mensual, debemos hacer un apartado para gastos variables: gastos que hay que ir registrando día a día, o cuando se produzcan -de ahí la importancia de dedicar unos minutos cada día a actualizar nuestro cuardeno de economía doméstica, nuestro "libro de cuentas del hogar (kakebo, recuerda)"-.

Clasificar los gastos variables es un muy buen ejercicio

Este capítulo de gastos variables lo podemos clasificar, tal y como requiere el método de ahorro japonés, según la naturaleza del gasto, por ejemplo :

Balance mensual para comprobar nuestros objetivos

Otro de los pasos del 'Método Kakebo' es comprobar a final de mes si hemos logrado nuestros objetivos de gastos y ahorro y ver, si no ha sido así, en qué hemos tenido que gastar o en qué "hemos fallado" para no lograrlo.

La reflexión y el comprobar en qué no hemos podido cumplir nos hará ser más efectivos en sucesivos meses, porque una de las virtudes de este método es que nos hace constantes y disciplinarios.

Ventaja de utilizar el método de Motoko Hani que nos lleva a otras dos: primera, no necesitamos tener conocimientos de economía para llevar el control de ingresos y gastos y segunda, se puede utilizar para cualquier persona o modelo familiar da igual que sea un matrimonio sin hijos como una familia numerosa.

Por encontrar alguna desventaja, para que la aplicación de este método sea más efectiva, un requisito es que lo hagamos a mano, de ahí lo del cuaderno y el bolígrafo. Dicen los expertos que cuando escribimos somos más conscientes, por ejemplo, en este caso de economía familiar, de los gastos y en qué los hemos hecho.

Se puede ahorrar hasta un 35 %

Habrá quien piense que con la tecnología actual, con las distintas aplicaciones, con las hojas de cáculo online, los conocidos Excel, usar este método puede ser como ir a la guerra con palos. En su defensa, la experta en el método Fumiko Chiba dice que "te hace más consciente de en qué gastas el dinero y te obliga a pensar en cuáles son tus metas. El margen de ahorro puede alcanzar hasta el 35 % de tus ingresos".

En Japón, los Kakebos se agotan a principios de año, una muestra de que la enseñanza de Motoko Hani sigue muy en vigor.

El escribir este artículo me ha hecho valorar mucho más la técnica, táctica y método de ahorro de mi madre. Ella también tenía su libro, o mejor sus dos libros: una libreta y su viejo misal. Cuando mi padre traía a principios de mes parte del sueldo hacía, en una muy buena aplicación del Método Kakebo sin conocerlo, sus particiones. En la libreta tenía sus distintos apartados: para la comunidad, para comida, para los gastos fijos. En el misal iba guardando lo que ahorraba. No sé cómo lo hacía, pero mes a mes iba arañando y cuando le pedías para un capricho sacaba, de su libro de ahorros el dinero y te lo permitía. Solo de vez en cuando, muy de vez en cuando.

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