La señal que anticipa si una persona va a okupar tu casa si se la alquilas: lo desvela una abogada
Es complicado saber de antemano que un inquilino vaya a dejarnos de pagar. Pero sí que hay algunos indicadores que pueden encender nuestras alarmas.
![¿Garantía a propietarios o tranquilidad para okupas?: La realidad que esconde el sistema de avales del nuevo decreto de Sánchez](https://imagenes.cope.es/files/image_425_238/uploads/2025/01/29/67996ee8e8a83.jpeg)
Sara Izquierdo, secretaria general de la Universidad Nebrija y abogada del Estado en excedencia.
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El problema de la vivienda en España es una de las principales preocupaciones de los españoles. No solo para comprar, también para alquilar. Este último mercado ha visto como sólo en el último año sus precios han subido un 9% de media, entre otras razones por la escasez del parque.
En los años 50 la mitad de las viviendas en España eran de alquiler frente al 16% de hoy en día, tal y como explica a COPE, José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Una situación a la que sin duda no ayuda el problema de la okupación. Según evidencia una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, el 2% de los españoles dice haber sido víctima de los okupas en los últimos 5 años. Una situación que lleva a muchos propietarios a retirar sus pisos del mercado.
![Cacho, gerente de Desokupa Mallorca](https://imagenes.cope.es/files/content_image/uploads/2024/11/19/673cd9c614b5f.jpeg)
Cacho, gerente de Desokupa Mallorca
inquiokupación: más difícil de echarles
Vinculado a este delito ha surgido una nueva preocupación para los arrendatarios: la inquiokupación. Un problema cada vez más asentado por el que un inquilino que legalmente ha alquilado el inmueble, deja de pagar la renta y se mantiene viviendo en la casa.
Al contar con un contrato de arrendamiento, el proceso legal para desalojarlos es mucho más largo que en el caso de la okupación, donde no existe un contrato que legitime su presencia en la vivienda. En este caso hay que rescindir el contrato y obtener una orden de desalojo, lo que alarga los tiempos.
Hay que tener en cuenta que su expulsión se complica más si cabe, cuando el inquiokupa se encuentra en una situación vulnerable.
Por vulnerables se entiende a aquellos inquilinos que tengan hijos menores de edad, que estén en situación de dependencia o sean víctimas de violencia de género.
nuevo decreto social a los desalojos de okupas
El acuerdo entre el Gobierno y Junts alcanzado el pasado mes de enero para aprobar el decreto ómnibus incluía de nuevo la paralización de los desalojos de personas vulnerables sin alternativa habitacional. Es decir, que ningún okupa e inquiokupa que se considere vulnerable, con o sin sentencia judicial firme en contra, podrá ser desahuciado.
![Un vecino alertó a los propietarios de la "okupación" del número 5](https://imagenes.cope.es/files/content_image/uploads/2024/10/24/671a3d4d37125.jpeg)
Un vecino alertó a los propietarios de la "okupación" del número 5
identificar a un inquiokupa
Por eso, ante este panorama, lo mejor siempre es prevenir, en la medida que nos sea posible. Lo cierto es que es complicado saber de antemano que un inquilino vaya a dejarnos de pagar. Pero sí que hay algunos indicadores que pueden ponernos sobre la pista.
Existen algunas señales a las que debemos estar atentos, incluso antes de llegar a firmar el contrato de arrendamiento y que nos ayudan a comprobar su "fiabilidad", explica Sara Izquierdo, secretaria general de la Universidad Nebrija y abogada del Estado en excedencia.
perfiles públicos
En primer lugar resulta muy útil "acudir a los perfiles públicos". Muchas personas tienen cuentas en redes sociales que están abiertas, por lo que "cualquiera puede entrar".
Es interesante comprobar en ellas "que esa historia que nos ha explicado de por qué necesita una vivienda coincida con lo que aparece en sus perfiles".
"Si por ejemplo nos está diciendo que se acaba de cambiar de trabajo y acaba de llegar a la ciudad y comprobamos en Linkedin que lleva trabajando en la ciudad desde hace muchos años, podemos intuir que a lo mejor no nos está contando toda la verdad", explica la abogada.
También esos perfiles nos permiten comprobar "si esa persona está trabajando y si hay coherencia con la documentación que nos haya aportado para acreditar su solvencia".
JUNTAS DE VECINOS
Una vez firmado el contrato existen otro tipo de señales que nos ponen sobre aviso de lo que se nos puede venir encima. Por ejemplo, las juntas de vecinos. "En ellas podemos conocer si está habiendo algún conflicto con los vecinos, que es algo que además nos podría afectar en el futuro".
Aunque tengamos la casa alquilada, "siempre es importante seguir acudiendo a las reuniones de las comunidades de propietarios porque muchas veces a través del portero, de los vecinos o de los órganos de la administración, podemos obtener información", eso sí, "sin entrar nunca en cuestiones confidenciales o íntimas de la vida de nuestro inquilino, que es algo que jamás debemos hacer".
APLAZAMIENTOS DE PAGO
Otra indicativo puede ser el hecho de que comience a solicitar aplazamientos para el pago de su alquiler. "Transferencias se demoran o que pone excusas, suele ser también una señal bastante clara de que algo está ocurriendo".
más gente en la casa
También si comienza a haber más tráfico de personas lo que puede ser un indicativo de que esté subarrendando la vivienda.
"Es un supuesto muy grave de incumplimiento del contrato" por eso advierte, "es importante que le pongamos freno de forma inmediata".
En esos casos, esa información "sí que la podemos obtener a través de los vecinos, que podrán ver si efectivamente se está produciendo una entrada y salida inusual en nuestro piso".
Y finalmente debe hacer saltar nuestras alarmas, si observamos que "no está cumpliendo con los pagos de otro tipo de cuestiones como pueden ser los suministros de la casa".
En este sentido, es importante en los contratos de arrendamiento "establecer que los suministros que sean individualizables, corran siempre a cargo del arrendatario. En ningún caso debemos hacer que estén a favor del propietario y que después se repercutan al arrendatario".
Si se da el caso, "seremos más vulnerables, porque ante una situación de impago, vamos a tener que seguir afrontando ese coste adicional sin poder repercutírselo al arrendatario".