Sánchez presiona a Ciudadanos y se distancia de Iglesias tras sus malos resultados

La debacle de Podemos el 26M ha alejado la posibilidad de que el socialista Pedro Sánchez acceda a las pretensiones de Pablo Iglesias de formar en España un gobierno de coalición. En el PSOE prefieren de momento presionar a Cs para que se siente a negociar pactos municipales y autonómicos.

En ese marco se interpreta el viaje de Sánchez a París para que Macron le ayude a frenar posibles alianzas de Cs con Vox, en un frente común contra los partidos de ultraderecha en Europa.

"Sería terrible que Ciudadanos fuera la bisagra que diera entrada a los ultras en las instituciones; no lo podrían entender los liberales europeos", ha advertido el secretario de Organización, José Luis Ábalos.

Éste ha señalado esta tarde, tras la reunión de la ejecutiva federal, que el PSOE no da ningún gobierno autonómico o municipal por perdido y que está dispuesto a "pelear" por todos ellos.

Si Cs levantara su cordón sanitario a los socialistas, estos podrían acceder a las alcaldías de Burgos, Palencia, Cáceres, Badajoz, Guadalajara, Ciudad Real, Jaén, Granada, Huesca y Zaragoza.

También podría gobernar el PSOE con apoyo de Cs en Castilla y León, Aragón y Murcia.

Algo a lo que no renuncian en Ferraz, a pesar del grito de una parte de la militancia que se escuchó la noche del 28A: "¡con Rivera, no!".

Al mismo tiempo, el escaso peso de Podemos en las municipales y autonómicas sitúa a Iglesias en condiciones de no pedir nada a cambio de su apoyo a la investidura de Sánchez, según fuentes socialistas.

Éstas aseguran, no obstante, que no hay nada descartado. "Ya veremos", admitía Ábalos esta tarde, al tiempo que se reafirmaba en su idea de un gobierno socialista con independientes progresistas.

Tras las caras largas de ayer por la amarga victoria que supuso no haber recuperado la Comunidad de Madrid para la izquierda, en Ferraz han celebrado hoy la "victoria aplastante" en las europeas, en las que Borrell obtuvo el 32 % de los votos y se hizo con veinte de los 54 escaños a los que opta España en la Eurocámara.

Con ello el PSOE se convierte en el primer partido del grupo socialista europeo y en el modelo a seguir por el resto de formaciones socialdemócratas del mundo.

En cuanto a las autonómicas, el PSOE se consolida como primera fuerza en diez de las doce comunidades que renovaban sus asambleas, e incluso en bastiones donde no lo era, como Castilla y León, La Rioja, Canarias o Madrid.

Por su parte, los resultados en Castilla-La Mancha y Extremadura permitirán gobernar con mayoría absoluta a Emiliano García-Page y Guillermo Fernández Vara, respectivamente, así como conservar el liderazgo en Asturias y Baleares.

Y, pese a no sumar suficientes apoyos para instaurar un gobierno de izquierdas, también gana en Aragón y Murcia, donde la orientación institucional dependerá de con quién decida pactar Cs.

En los comicios municipales se ha impuesto también el PSOE con el 29.7 % de los sufragios después de dieciséis años.

Desde las elecciones de 2015, el PSOE ha sumado 1.100.00 votantes, una cifra con la que desbanca al PP en número de votos, a quien supera por 1.600.000 apoyos (7 puntos porcentuales) y se aleja de Cs por 4.800.000 sufragios (más de 20 puntos).

En el análisis de resultados que ha hecho la ejecutiva del PSOE, destaca también su "implantación urbana" en las 147 ciudades de más de 50.000 habitantes del país, al ser primera fuerza en 74 de ellas, y haber conseguido 3.224 concejales, 1.500 más que la última cita con las urnas.

Al menos en catorce de ellas los socialistas han sido respaldados con mayoría absoluta, frente a las dos con que contaban en 2015: Vigo y Soria.

También el PSOE ha sido el partido con un mayor número de escaños en 24 provincias, por lo que podrá presidir al menos 21 diputaciones, tres más que antes.