Las claves de Salvador Illa: el candidato de Sánchez que nunca se olvidó de Cataluña
El que fuese ministro de Sanidad de Sánchez hasta hace unos días, Salvador Illa, arranca la campaña en Cataluña con la intención de conseguir ser el próximo presidente catalán
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Salvador Illa regresa a Cataluña. El que ha sido ministro de Sánchez durante el último año se convierte en el valuarte del presidente del Gobierno y del PSOE en las elecciones del próximo 14 de febrero, que están llamadas a ser clave para el futuro de Cataluña y también para nuestro país.
Por delante la incógnita respecto al papel que tendrá Illa en la próxima legislatura autonómica en Cataluña, ya que su papel y su postura respecto a partidos como ERC o Ciudadanos dependerá mucho del resultado que obtenga y si le da para exigir la Presidencia de la Generalitat o para ser un elemento de negociación frente a otras formaciones.
El candidato del Partido Socialista regresa a Cataluña, la tierra que le ha visto crecer como político, después de un año al frente del Ministerio de Sanidad. En estos meses, la gestión de Illa siempre ha creado cierto debate social con motivo de la pandemia y las decisiones que han tomado desde su despacho.
En este sentido, Salvador Illa se marcha en un momento muy complicado para el país desde el punto de vista epidemiológico: en plena tercera ola y con los números de contagios y fallecidos disparados. Además, la salida de Illa también ha sido muy criticada, ya que el Gobierno ha decidido que regrese a Cataluña sin comparecer en la Cámara Baja para hacer balance de su gestión.
Salvador Illa, un perfil político
Con una travesía cuestionada en política nacional, Salvador Ila se convierte en candidato del PSC, algo que en los últimos meses ha negado, pero que al final ha acabado pasando, ya que la realidad es que Salvador Illa nunca ha llegado a olvidarse de su tierra: Cataluña.
Nacido en el año 1966, muy pronto comenzó a preocuparse por la política, ya que con 21 años ya era concejal independiente el grupo socialista de La Roca del Vallés. Se licenció en Filosofía en la Universitat de Barcelona y cursó un máster de economía y dirección de empresas en el Iese.
Salvador Illa siempre ha sido un perfil político, excepto en un periodo de cinco años años tras el servicio militar en los que estuvo trabjando en una empresa de plásticos de Cardedeu. En el año 1995 se afilió al Partido Socialista cuando entró en las listas municipales de La Roca como número dos. Su lista ganó las elecciones y a los cuatro meses falleció el número uno de su lista, por lo que Illa se convirtió en alcalde aunque no entraba en sus planes.
No fue su única experiencia en política local, ya que en el año 2010, el PSC realizó una reorganización del área financiera del Ayuntamiento de Barcelona y eligió a Illa para una dirección de gestión económica encargada de dirigir la contabilidad, el presupuesto municipal, análisis económico y financiero bajo la alcaldía de Jordi William Carnes.
Con la llegada del convergente Xavier Trias, Carles Martí le propuso a Illa quedarse a coordinar el grupo municipal socialista. Y cuando Jaume Collboni consiguió la victoria en las primarias para ser candidato a la alcaldía, fue también su jefe de gabinete. De allí se lo llevó Iceta en el 2016 para hacerse cargo de la secretaría de organización del partido.
Existe un dato curioso en la trayectoria de Illa y que tiene relación con los políticos independentistas, durante una parte de su carrera, el candidato socialista estuvo al frente de la Dirección General de Gestión de Infraestructuras del Departamento de Justicia, una especie de comisionado que se encargaba de supervisar la construcción de ciertos juzgados y centros penitenciarios, entre ellos se construyó el de Lledoners, donde se encuentran los nueve políticos independentistas que participaron en el 1-O.
Aficionado al deporte y a la agricultura
Para sacudirse el estrés provocado por el día a día de la política, Salvador Illa sale a correr y cuando está en Barcelona le gusta pasear por las mañanas por el paseo marítimo de Barcelona, cerca de la de la sede del PSC. Durante los fines de semana que pasa en su pueblo, corre durante una hora y media por el río Mongent. Hasta hace unos años cuidaba su propio huerto. En cuanto a sus aficiones le gusta leer novela histórica y política y también tuvo interés por los historiadores griegos y latinos. También se preocupa por asuntos económicos, si puede ser en inglés par no perder habilidad con el idioma.
Cuando comenzó su etapa como ministro de Sanidad, Illa tenía planeado seguir viviendo en Cataluña durante el fin de semana, pero la pandemia provocó que tuviera que fijar su residencia en Madrid para hacer frente a la crisis sanitaria, otro síntoma que explica que Illa siempe ha tenido al intención de estar cerca de Cataluña. Su vida personal siempre ha sido un dato privado del que poco se conoce. En algunas ocasiones, Salvador Illa ha explicado que tuvo un primer matrimonio, por lo que siempre ha dado a entender que está separado.
En pequeñas píldoras, el perfil de Salvador Illa se puede resumir de la siguiente manera: un hombre tranquilo, callado, muy activo en redes sociales, amante de la costa y la agricultura, fiel siempre al deporte y un apasionado de los viajes.