La debilidad parlamentaria de Sánchez le obliga a olvidarse de unos nuevos presupuestos generales del Estado

La fractura de la mayoría de investidura deja en el aire leyes estrella de Pedro Sánchez. Ya no es solo su renuncia a unos nuevos presupuestos generales del Estado para 2025, sino que el Gobierno se ve obligado a aparcar la tramitación de proyectos.

Solo ha aprobado una ley en este primer trimestre, la de Desperdicio Alimentario. 

La reforma de la ley de Enjuiciamiento Criminal, conocida como ley de Begoña, la nueva de seguridad ciudadana, además de la de familias o la misma delegación a Cataluña de las competencias migratorias. La parálisis en el Congreso ahoga la producción legislativa. El Gobierno en ningún caso renuncia a los proyectos atacados, pero tienen difícil salida por falta de apoyos. Y apenas hay conversaciones.

Con mayor o menor resignación, el grupo socialista asume su debilidad parlamentaria, que ya lleva a Pedro Sánchez a olvidarse de unas nuevas cuentas públicas. Si bien florecen las proposiciones no de ley, las mociones e interpelaciones pensadas ante su falta de recorrido para reforzar posiciones de los propios grupos. Y aunque enero fue inhábil el balance del Ejecutivo en este primer trimestre que ahora finaliza, se reduce a dos reales decretos y una única norma, la de desperdicio alimentario.