Desbandada independentista: los líderes del 'procés' reniegan de la unilateralidad

Jordi Sánchez, presidente de la Asamblea Nacional Catalana, y Jordi Cuixart, presidente de Ómnium Cultural, también renunciaron este jueves ante el Tribunal Supremo al 'procés'. De esta forma, siguen los pasos de los seis exconsejeros del Gobierno catalán que fueron excarcelados el pasado 4 de diciembre tras acatar ante el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, el artículo 155 de la Constitución. 

Estos seis consejeros fueron Raül Romeva, Carles Mundó, Dolors Bassa, Meritxell Borràs, Jordi Turull y Josep Rull. Todos salieron en libertad tras pagar una fianza de 100.000 euros y acatar la aplicación del artículo 155. 

Antes de los Jordis y de los seis exconsejeros, la primera en renunciar a la vía unilateral de independencia fue la expresidenta del Parlamento regional, Carme Forcadell, que ante el juez Llarena acató la Constitución y dijo que la declaración de independencia que se llevó a cabo el 27 de octubre únicamente tenía carácter simbólico. De esta forma, Focadell evitó la entrada en prisión. 

Junto a Forcadell, también acataron la aplicación del artículo 155 los otros miembros de la Mesa del Parlament, Lluis Maria Corominas, Lluis Guinó, Anna Simó y Ramona Barrufet. 

Tras su paso por la Justicia, Corominas, Borràs y Simó decidieron no ir en las listas del 21-D y Carles Mundó ha presentado esta semana su renuncia al acta. Forcadell, ayer, anuncio que sí estará en el Parlament en la próxima legislatura pero no como presidenta. 

Oriol Junqueras, que permanece en prisión, ha expresado desde la cárcel que pretende perseguir sus propósitos independentistas pero únicamente por vías democráticas. Junto a él, ERC también renunció a la vía unilateral para la independencia durante la campaña electoral de cara al 21-D.

Además de los Jordis, este jueves también ha intentado desmarcarse de la celebración del 1-O Joaquin Forn. El exconsejero de Interior ha asegurado que él no articuló el operativo policial para la jornada de la consulta ilegal y culpó a Trapero de la pasividad de los Mossos. Un exmajor que el 155 desplazó a un despacho administrativo en las oficinas del cuerpo policial autonómico en Barcelona. 

Así, todos los líderes independentistas han reculado cuando se han visto las caras con la justicia o han decidido huir a Bélgica para no tener que afrontar sus inevitables procesos penales. 

Los artífices del 9-N tampoco han salido mejor parados. Artur Mas acaba de dejar la presidencia del PdECat y se enfrenta a un embargo severo de sus bienes después de que el Tribunal de Cuentas le pidiera a él y a varios de sus consejeros una fianza de 5,25 millones de euros que debían abonar de forma solidaria en concepto de fianza para que las cuentas catalanas no se vieran afectadas por esta consulta ilegal en caso de que finalmente sus responsables fueran condenados. Al no poder hacer frente a esta factura, el Tribunal embargó en diciembre el lujoso piso de 200 metros cuadrados que Mas tiene en la calle Tuset de Barcelona, así como otros bienes de quienes fueron sus consejeros. Dos de ellos, quedaron inhabilitados: Francesc Homs dejó la Cámara el 29 de marzo inhabilitado e Irene Rigau siguió sus pasos.