Disciplina y entrenamiento: Feijóo y Sánchez preparan los debates con sus asesores antes de llegar a acuerdos

Los expertos consultados por COPE aseguran que ganar un debate electoral no implica triunfar en las urnas, pero moviliza al electorado indeciso

Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez

Maribel Sánchez Margallo

Madrid - Publicado el - Actualizado

7 min lectura

Mientras los equipos de campaña de PSOE y PP se ponen de acuerdo en hacer un debate cara a cara, múltiples o a tres, los expertos confirman en COPE que los candidatos preparan ya las estrategias defensivas, de análisis, puesta en escena y temas a debatir. De eso dependerá fundamentalmente de quien gane o pierda el debate.

Una semana después de que se celebraran las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, retó al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, a seis debates cara a cara antes de la siguiente cita con las urnas, las elecciones generales del próximo 23 de julio. Unas elecciones que había convocado también por sorpresa al día siguiente de que se conocieran los resultados de los comicios locales que daban como vencedor al Partido Popular y redoblaba la tensión con esa oferta de un debate por semana.

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Maribel Sánchez te explica cómo se preparan los debates Feijóo y Sánchez

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El profesor Francisco Valiente, profesor de Derecho Constitucional y de Técnicas de argumentación y debate de la Universidad Pontificia de Comillas, rechaza en COPE la propuesta de Sánchez de hacer 6 debates y añade que “es un poco extravagante y alejada del sistema de debates españoles. Lo hace porque considera que su modelo de oratoria y puesta en escena encaja muy bien en el formato televisivo, mientras que el modelo que pueden seguir oradores como Feijóo o, en su momento, Rajoy, encajaba mejor en el debate parlamentario, desde la tribuna del Congreso de los Diputados”.

El líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha esperado a que se cerrara el plazo de presentación de candidaturas para responder que prefiere celebrar un "debate a tres" en la campaña electoral. Junto al presidente, Pedro Sánchez, estaría la vicepresidenta, Yolanda Díaz (por la plataforma SUMAR) alegando que también forma parte del gobierno de coalición que hay ahora mismo en el Palacio de la Moncloa. Dejaría fuera a Santiago Abascal, líder de Vox, aunque también propone otro debate múltiple en que se incluyan todos los candidatos que concurren a las elecciones generales del próximo mes de julio.

Debates múltiples

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Hacer seis debates “es un poco extravagante y alejada del sistema de debates españoles

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El profesor Francisco Valiente argumenta en COPE que “es preferible un debate múltiple, ya que es previsible por los sondeos que vamos conociendo que el ganador tendrá que pactar para poder gobernar y los ciudadanos deben conocer las propuestas de esos otros partidos. Los ciudadanos tienen que saber de una forma más amplia cómo es el espectro político.”.

En la historia de la democracia española se ha registrado seis debates cara a cara y tres debates múltiples previos a las elecciones generales, con Mariano Rajoy batiendo el récord con cuatro debates cuerpo a cuerpo:

En 1993 se produjeron dos cara a cara entre el socialista Felipe González (gobernaba con mayoría absoluta) y el candidato del PP Aznar. Las elecciones las ganó González. Ya como presidente del Gobierno, José María Aznar rechazó la invitación del candidato del PSOE, Joaquín Almunia, a un duelo ante las cámaras en el año 2000. El candidato del PP ganó los comicios por mayoría absoluta.

Tuvimos que esperar hasta 2008, transcurridos 15 años del primer debate emitido en directo, y con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno, cuando los espectadores contemplaron otro cuerpo a cuerpo con el aspirante a La Moncloa del Partido Popular, Mariano Rajoy, en dos encuentros (en uno se produjo la anécdota de “la niña de Rajoy”) Aquel fue el duelo más visto hasta el momento, con 15 millones de espectadores y un 59,1% de cuota de pantalla. Zapatero continuó al frente de la presidencia tras imponerse en la cita electoral.

Tres años después, en 2011 Rajoy se enfrentó al socialista Alfredo Pérez Rubalcaba en un solo debate y sin otros participantes. Rajoy logró después por mayoría absoluta en las elecciones generales.

Previo a las elecciones de 2015, el presidente del gobierno Mariano Rajoy participó en un debate con el líder socialista Pedro Sánchez en un solo cara a cara en el que Sanchez le llamó “indecente” y Rajoy contestó con “ruiz” al fallarle los nervios, queriendo decir “ruin”. El Partido Popular de Rajoy fue la fuerza más votada, pero una mayoría insuficiente y la falta de acuerdos entre los partidos provocó la repetición electoral.

En diciembre de 2015, surgieron los debates múltiples, pero sin la participación del presidente Mariano Rajoy. Fue un debate a cuatro al que acudió la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría para confrontar con Sánchez, Rivera y Pablo Iglesias.

En junio de 2016 tuvo lugar el primer debate de la democracia entre 4 candidatos a la presidencia del Gobierno: Mariano Rajoy (PP), Pedro Sánchez (PP), Albert Rivera (C´s) y Pablo Iglesias (Podemos). Aunque fue Rajoy quien ganó las elecciones, la legislatura concluyó con la moción de censura de Sánchez.

Mientras Pedro Sánchez, presidía el Gobierno en 2019, rechazó debatir solo con el presidente del PP Pablo Casado y tuvo lugar el primer debate entre 5 candidatos. Sánchez, Casado, Abascal, Rivera e Iglesias.

Vinicius también entrena

En la mayoría de países de nuestro entorno, este tipo de debates cara a cara sí está regulado, pero en España no es así. De hecho, el último que se produjo en nuestro país fue con Mariano Rajoy y Pedro Sánchez como protagonistas.

En la preparación de un debate, lo primero que hacen los asesores es pactar el modelo y el formato del mismo porque no todos son iguales. Se pueden cambiar los tiempos de intervención, la duración final, establecer bloques temáticos concretos, con o sin preguntas del moderador, que haya también intervención de los usuarios a través de redes sociales, que haya una interacción o que los oradores se puedan interrumpir, etc.

Lo primero que se pactan son las reglas, recuerda en COPE el profesor de Argumentación y Debate de la Universidad Pontificia de Comillas, y, a partir de ahí, “los equipos asesores trabajan con su candidato para adecuarse a esas reglas”.

No obstante, en esta ocasión, si llegan a un acuerdo sobre cuando y cómo celebrar esos debates, será poco antes de que tengan lugar porque cada vez está más cerca la cita con las urnas. Por ese motivo, los candidatos de los distintos partidos no tienen tiempo que perder y “ya se han puesto manos a la obra”.

Están trabajando los aspectos formales (puesta en escena, el traje que llevará, el corte de pelo, la manera de mirar a la cámara…) pero también aspectos de contenido. Por ejemplo, explica Francisco Valiente en COPE, “si te preguntan por los problemas que ha habido con la ley del Solo si es Si, la respuesta tiene que ser esta y tiene que ser así de rápida. Eso lo tenemos que trabajar los equipos asesores de cada candidato, obviamente”.

Cada vez menos se fía en la mera intuición del orador, del político, y para que lo entendamos, este profesor universitario añade “es como si Carlo Ancelotti le dijera a Vinicius que no tiene que entrenar sino jugar a ver que tal sale todo. ¡Hombre, no!. Tendrán que prepararse bien los grandes riesgos y los bloques temáticos que pueda haber”.

The winner is

Las habilidades que deben tener los candidatos para afrontar un debate electoral ante millones de espectadores comienzan por “una enorme disciplina, trabajar y tomarse muy en serio el debate. No es una broma”, comenta en COPE Francisco Valiente.

Si algo demuestran las estadísticas y las valoraciones de los politólogos sobre los enfrentamientos políticos habidos hasta la fecha es que los debates no ganan unas elecciones, pero si pueden costar muchos votos si cometes un error. Además, se han convertido en una prueba de fuego que servirá también para decidir el voto de los indecisos.

“Por eso se suele decir que los debaten suelen estar muy encorsetados y, en cierto modo es verdad, por el miedo al error” señala este profesor porque “tienes un enorme miedo a que tu candidato se equivoque en un debate que están viendo millones de espectadores porque, en el mejor de los casos, si ninguno de los dos pierde, al menos el debate no ha puesto de manifiesto errores de nuestro candidato. Y ese es uno de los motivos por los que lleva tanta preparación, a cambio de restar naturalidad y frescura. Es un hecho”.

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