El drama migratorio sigue en 2025: llegan más de 200 migrantes y dos muertos a Canarias y Baleares
Los dos primeros cayucos de los que se tiene constancia que han alcanzado las costas canarias en el primer día del año han traído a 141 personas, mientras que a las islas mediterráneas han llegado otros 98
Madrid - Publicado el
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El comienzo del año 2025 ha sido testigo de una nueva tragedia migratoria, con la llegada de embarcaciones precarias de las que han desembarcado más de 200 personas en Canarias y Baleares, y han dejado como saldo dos muertes, una de ellas, aparentemente, de un menor de edad. La situación, lejos de mejorar, continúa reflejando la dureza de esta ruta de migración irregular que sigue marcando el inicio del año en el territorio español.
El primer día del año en las islas Canarias comenzó con una tragedia. En la mañana del 1 de enero, dos cayucos llegaron a las costas del sur de Tenerife, concretamente a Las Galletas, con 141 personas a bordo. Lamentablemente, dos de ellos no sobrevivieron al peligroso viaje, una de las cuales parece ser un menor, según los datos proporcionados por los servicios de emergencia.
Las víctimas viajaban en una embarcación precaria que, a pesar de las difíciles condiciones del mar, logró llegar por sus propios medios. Entre los supervivientes, dos personas fueron trasladadas a centros hospitalarios debido a diversas patologías derivadas de la travesía.
Horas después, otro cayuco fue localizado por los radares del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), a 4 millas de La Restinga, en El Hierro. En esta ocasión, la embarcación, que contaba con 70 personas a bordo, fue escoltada hasta el puerto por la Salvamar Acrux de Salvamento Marítimo. Entre los migrantes se encontraban 11 mujeres, quienes, al igual que el resto de los ocupantes, se enfrentaban a la precariedad de una travesía que a menudo termina en tragedia.
Por si fuera poco, Salvamento Marítimo recibió una alerta sobre una posible nueva embarcación a 40 millas de La Restinga. La Salvamar Adhara se dirigió rápidamente a la zona para verificar la información y, si fuera necesario, proceder con el rescate.
Mientras Canarias lidiaba con su dramático inicio de año, Baleares no ha quedado al margen de esta crisis humanitaria. Durante la jornada del 1 de enero, un total de 98 personas, entre ellas mujeres y hombres, fueron interceptadas en las costas de Ibiza, Formentera y Mallorca, a bordo de cuatro pateras.
En Ibiza, la Guardia Civil interceptó una patera con 21 personas, todas en aparente buen estado de salud, en la playa de La Xanga, en la zona de Sant Josep de sa Talaia. Horas después, una segunda patera fue localizada en la zona de Pilar de la Mola, en Formentera, con otros 21 migrantes de origen magrebí a bordo. Pero no fue el único rescate de la jornada: sobre las 19:45 horas, Salvamento Marítimo localizó a una tercera patera con 25 personas de origen subsahariano a bordo, a 14 millas de Santa Ponça, en Mallorca.
Este flujo migratorio hacia Baleares refleja una preocupante tendencia que se ha consolidado en 2024, cuando llegaron al archipiélago balear al menos 5.924 inmigrantes a bordo de 354 pateras. La cifra contrasta con los 2.278 inmigrantes llegados en 2023, un aumento alarmante que pone de manifiesto la intensificación de la crisis migratoria en el mar Mediterráneo occidental.
Las estadísticas son claras: las llegadas irregulares a las islas Canarias marcaron un récord en 2024, con más de 46.000 personas arribando a sus costas, un número que supera ampliamente las cifras de años anteriores. Solo en la última semana de diciembre, 1.933 migrantes llegaron a las islas canarias, a bordo de 34 embarcaciones, con una víctima mortal incluida en la tragedia.
El constante goteo de cayucos y pateras no solo refleja el sufrimiento de miles de personas que buscan escapar de la miseria y la violencia en sus países de origen, sino también el colapso de un sistema de acogida y control que parece no ser capaz de hacer frente a la magnitud de la crisis.