Felipe González confía en la inocencia de Griñán y asegura que volvería a nombrarlo ministro de su Gobierno

El expresidente del Gobierno Felipe González reconoce haber recibido con "perplejidad y dolor" el fallo de la sentencia del Tribunal Supremo que condena al socialista José Antonio Griñán a penas de cárcel por el caso de los ERE y sale en defensa de su "intachable integridad moral", por lo que asegura que si tuviera oportunidad de nombrarle miembro de un Gobierno que él presidiera, lo volvería a hacer.

En un comunicado, el expresidente sale así en defensa de Griñán, quien formó parte de su Gobierno como ministro de Sanidad entre 1992 y 1993 y después como titular de la cartera de Trabajo y Seguridad Social entre los años 1993 y 1996.

"Quiero manifestar que si pudiera designarlo hoy para formar parte de un Gobierno de España que yo presidiera,*lo volvería a hacer", garantiza González aludiendo a la "competencia y capacidad intelectual" del que después fuera presidente de la Junta de Andalucía.

En el comunicado, también destaca la "vocación de servicio público" de Griñán con el objetivo de "mejorar la vida de la mayoría y fomentar la convivencia en democracia y libertad", además de su "intachable integridad moral".

El expresidente aclara que su compromiso con la Constitución siempre le ha llevado a acatar las decisiones de los tribunales, más aún las del Tribunal Supremo, pero insiste en que, aunque no conoce los argumentos que han llevado a su condena, sí conoce "a fondo" a Griñán.

ES IMPOSIBLE QUE SEA CULPABLE DE MALVERSACIÓN

"El conocimiento de la persona me lleva a considerar imposible que sea considerado culpable de un delito de malversación y, por tanto, injusto condenado a pena de prisión por ello", afirma adelantando que se pronunciará "respetuosamente" sobre el contenido de la sentencia una vez se haga pública.

La portavoz del PSOE, Pilar Alegría, ya reivindicó la "honestidad" tanto de Griñán como de su predecesor en la Junta, Manuel Chaves, e incidió en que ninguno de ellos se había quedado "ni un céntimo" de los fondos públicos.

También el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, sostuvo que en este caso "están pagando justos por pecadores", afectando a un asunto en el que "no hubo enriquecimiento personal" y en cambio "sí que hubo dimisiones hace más de un lustro asumiendo sus responsabilidades políticas", según remarcó.