El PSOE impone una prudencia máxima tras el choque entre Junts y Esquerra en la Diada

Según ha podido saber COPE, en Ferraz marcan en rojo el 1 de octubre, donde "a partir de entonces los acontecimientos deberían precipitarse"

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Ricardo Rodríguez explica las consecuencias de la Diada en el PSOE

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Ferraz pone sordina a una Diada impregnada por la investidura de Pedro Sánchez y la amnistía. La Ejecutiva Federal recibe la orden de guardar silencio para no malograr las negociaciones con los independentistas catalanes. En la cúpula asumen que continuará la crítica de los históricos del partido contra Sánchez. El presidente en funciones atraviesa una coyuntura delicada porque su investidura permanece sobre el alambre. La Ejecutiva Federal ha recibido la consigna de extremar la prudencia con Junts y Esquerra en una pugna, al menos en lo retórico, por elevar el precio de su apoyo.

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"Unos y otros buscan reafirmarse ante los suyos", remachan desde el núcleo duro. Los contactos prosiguen a la espera, inciden, de confirmar una voluntad real de acuerdo. Tras la Diada, el calendario viene marcado en rojo por el 1 de octubre. "A partir de entonces", augura el alto mando, "los acontecimientos deberían precipitarse". Usan el condicional al objeto de someter a Sánchez a la reelección cuanto antes. En el camino, asumen, seguirán las críticas de la vieja guardia, porque Alfonso Guerra presenta su libro junto a Felipe González la próxima semana. Será lo que ya definen como "un aquelarre".

La presidenta de la Asamblea Nacional Catalana ha exigido a ERC y Junts que la negociación para la investidura del presidente del Gobierno únicamente sea para que el Estado permita una independencia de Cataluña: "¡Independencia o nada! ¡Independencia o elecciones!". Dolors Feliu encabezó la manifestación en el que cuatro columnas de manifestantes han confluido en una concentración en la Plaza Espanya de Barcelona, ha reunido a 800.000 personas, según la entidad organizadora y 115.000, según la Guardia Urbana.

La imagen de la división

En la concentración se han escuchado gritos de "Puigdemont, nuestro presidente" y, en menor medida que el año pasado, de "Govern dimisión"; y aunque en esta ocasión sí ha acudido la cúpula de ERC, sin Oriol Junqueras por un positivo de covid, y también el presidente catalán, Pere Aragonès, este último ha abandonado la manifestación justo antes de llegar al punto final en la plaza Espanya, algo que ya tenía previsto, según fuentes de la Generalitat. Las imágenes de cómo lo hacía se han viralizado escenificando la división que existe en el movimiento catalanista.

Aragonès no ha escuchado así en persona el discurso de Feliu, que ha vuelto a presionar a Govern y partidos independentistas y ha cuestionado la estrategia de negociación con PSOE y Sumar tras las elecciones generales. "Ha de quedar bien claro que cualquier pacto en Madrid solo sirve si tiene efectos directos para conseguir la independencia", ha aseverado la dirigente de la ANC. También ha alertado a ERC y Junts, sin citarlos explícitamente, de que "cualquier objeto de negociación que no sea esto rebaja los mínimos democráticos y supone un blanqueo del Estado ante Europa".

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