SIN MICRÓFONOS | La integración que no pudo ser

Pablo Casado preside en Barcelona el primer Comité Ejecutivo Nacional de su partido sin lograr la deseada integración con la candidatura perdedora.

El Partido Popular elige al nuevo presidente de la formación

María Dabán

Publicado el - Actualizado

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Pablo Casado preside en Barcelona el primer Comité Ejecutivo Nacional de su partido sin lograr la deseada integración con la candidatura perdedora. Culpables habrá para todos los gustos, pero, lo cierto es que el nuevo presidente no ha logrado encontrar la tecla para sumar a una facción que representó el 43 por ciento de votos de los compromisarios.

Fuentes cercanas al presidente aseguran que la candidara derrotada no ha entendido nada, que el líder es Casado y que, cualquier puesto que les ha ofrecido es cuestión de buena voluntad, no de obligación...Otros, sin embargo, ven un gran error en este primer fracaso del vencedor. “Se puede convertir en un Sánchez dos, advierten, con mucha foto, y poco contenido”.

Fuentes del equipo de la candidata lamentaban el paso decepcionante dado por el presidente popular, paso que demuestra que no estamos ya ante el PP, sino ante el PP de Pablo Casado.

El día comenzaba con un encuentro cara a cara entre el vencedor y la derrotada. Sáenz de Santamaría llegaba a esa reunión dejando claro que no pedía nada para ella, pero que si quería colocar a los suyos. Pedía, en definitiva, una representación “digna y proporcionada” al 43 por ciento de los votos de los compromisarios que había obtenido en el congreso, pero Casado ya dejaba claro que esto no iba así, que el líder era él, y que no estábamos ante la negociación de un pacto de investidura.

El cara a cara de ambos finalizaba al filo de las ocho y media, y la negociación quedaba a manos de los equipos de ambos. Al filo de las once de la noche se rompía la baraja: el entorno de Sáenz de Santamaria se negaba a admitir lo que consideraba las migajas: dos secretarías de área que irían a parar a los ex-ministros Báñez y de la Serna. “Es triste y decepcionante”, decían fuentes consultadas por la COPE, “porque no somos elementos peligrosos”, y esto supone un grave error de Casado. Otro dirigente afirmaba sin tapujos: “nos han pasado a cuchillo”.

Por contra, fuentes de entorno del presidente aseguraban que el bloque de Soraya ya no es tal, que hay mucha gente que apoya al nuevo líder, prueba de ello, apuntaban es que personas como Alberto Nadal, Mari Mar Blanco o Sergio Ramos (ayudante del ex-presidente Rajoy), sí han aceptado sumarse. No así, Iñaki Oyarzábal, que rechazó a última hora sumarse a esa lista.

Así pues, quiza Sáenz de Santamaría inciara las negociaciones como Trump (pero con buenas palabras), tirando al máximo; pero Casado acabo siendo Ramiro el Monje, que cortó las cabezas de sus nobles soliviantados cuando llegó al poder para afianzar su corona.

Casado, pues, se encontrará hoy el primer obstáculo de su recién estrenada presidencia: la unidad no ha sido tal, pesar de que sus fieles habían insistido en que habría integración, seguro, porque el PP no era el PSOE de Sánchez y Susana Díaz.

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