La subida del butano afecta a ocho millones de hogares en España

Ayer conocimos que el precio del butano, al igual que el de la luz, ha subido a 15,37 euros. Desde marzo de 2015, donde alcanzó los 15,40, no se registra un precio tan alto como el de este mes. Con esta subida se rompen los ciclos del precio de este gas, que tiende a subir en invierno y a bajar en verano.

Aunque el uso de esta fuente de energía está disminuyendo, sigue estando presente en muchos hogares y negocios en España. Según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), ocho millones de hogares seguían utilizando la bombona naranja en 2019. Los usos que se le da al butano son muy variados, al igual que el perfil del usuario medio.

¿Cómo es el usuario del gas butano?

En las poblaciones rurales el uso del butano tiene la gran ventaja de llegar a todos sitios. No es necesaria una red que suministre a toda la zona. Solo se requiere de un repartidor que pase por la puerta a darnos la bombona, o comprarlas en gasolineras. Esto otorga autonomía a los hogares que se encuentran más alejados de los núcleos urbanos.

Pero el butano no solo se utiliza en zonas rurales. En las ciudades, y más en zonas universitarias, es frecuente encontrar hogares que siguen empleando esta fuente de energía. En el caso de los universitarios, tiene la ventaja de que no hay un contrato mensual con una empresa energética. Además, muchos de los pisos que se alquilan a los jóvenes tienen cocinas que funcionan con este sistema.

El butano por comunidades autónomas

Andalucía es la comunidad que más butano consume. Según datos de El País, tres de cada diez bombonas repartidas en 2019 se entregaron en esta comunidad. La Comunidad Valenciana, con un 13,88%, es la segunda con más demanda de este gas. Le siguen Galicia, con un 9,37%, y Cataluña con un 8,69%.

El covid ha aumentado la demanda de butano

Uno de los factores más importantes para convatir el coronavirus es que las reuniones se hagan al aire libre. Por esto, durante mucho tiempo las terrazas han sido fundamentales para mantener viva la hostelería.

Con la llegada del frío, muchos bares y restaurantes suelen cerrar sus terrazas. Pero este año, debido a las restricciones en los espacios interiores, las terrazas han seguido abiertas. Para combatir el frío y fomentar el consumo en el exterior, las estufas han tenido un papel fundamental. La gran mayoría de estufas funcionan con este tipo de gases, lo que ha hecho que los hosteleros demanden más butano que otros años en los meses de más frío.