¿Se tiran vacunas en España? El problema que nadie esperaba

La estrategia de vacunación masiva ha revelado un problema que ha pillado desprevenidos a todos: ¿qué ocurre cuando sobran dosis pero no hay personas a las que vacunar?

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Patricia Blázquez Serna

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Desde hace ya unas semanas, tal y como vaticinaban todos los expertos, nuestro país se está enfrentando a una tercera curva, que en los últimos días no deja de crecer sin control. Inmersos en la tercera ola, todos esperamos poder superarla con ayuda de la estrategia de vacunación, que en nuestro país comenzó el pasado 27 de diciembre. Hoy han sido miles de usuarios los que han comenzado a recibir la segunda dosis de la vacuna, tan solo veintiún días después de recibir la primera. España ha recibido, hasta la fecha, un total de 1.139.400 dosis, de las que ya se han administrado 897.942, un 78,5% del total. Por otro lado, el 0,26% ya ha recibido la segunda dosis, un total de 2.315 personas.

¿Qué quiere decir esto? Que están prácticamente inmunizados frente al virus y con buenas noticias: no se han reportado grandes efectos secundarios entre aquellos que ya se han vacunado.

No obstante, si bien son pocos casos, esto podría aumentar a medida que vaya avanzando la campaña de vacunación contra el virus: hay casos en los que las personas citadas para recibir la vacuna no se han presentado. ¿Cuál es el problema? No se pueden volver a congelar las dosis sobrantes. En ese caso, las dosis se han tirado o incluso se han administrado a personas que ni siquiera formaban parte de este primer grupo al que le correspondía vacunarse.

¿Qué protocolos hay que seguir para administrar la vacuna?

Tanto la vacuna de Pfizer como la de Moderna han sido desarrolladas con la plataforma de ARN mensajero. No obstante, la mayor diferencia entre ambas radica en el almacenamiento. Mientras la de Moderna puede aguantar a temperaturas de -20ºC, la de Pfizer tiene que ser almacenada a -80ºC. Otro de los problemas de esta última es que, al ser extraída de los contenedores refrigeradores no puede volver a congelarse.

Cataluña ha puesto 144.801 dosis de vacuna al 1,9 % de su población

Vacunación de personal sanitario en el CAP Manso de Barcelona. EFE/Marta Pérez.

A este problema se le suma también que las vacunas vienen en viales multidosis, lo que significa que de un solo vial se pueden sacar hasta seis dosis en la primera administración y diez en la segunda. El problema al que se enfrentan en estos casos los profesionales sanitarios es que tienen dosis sobrantes y nadie a quien vacunar. En el caso de Pfizer es un auténtico quebradero de cabeza, ya que no pueden congelarse de nuevo y deben tirarse a la basura.

¿Cómo se debe actuar en el caso de que sobren dosis?

A día de hoy no hay un protocolo que establezca qué hacer con las dosis sobrantes, ya que son pocos casos los que se han reportado. Lo que sí está claro, y es la premisa con la que se ha trabajado desde el principio, es que es necesario aprovechar los viales al máximo y evitar tirarlas sin haberlas inyectado.

Lo idóneo en estos casos es que las listas de personas que van a recibir la vacuna en cada tanda sean múltiplos de seos. Recordamos que de cada vial pueden extraerse hasta seis dosis diferentes. De hecho, tal y como recoge elDiario.es, hay casos en los que hay trabajadores que en el último momento se echan para atrás, hay residentes que presentan fiebre u otras circunstancias en los que, estas personas, no van a recibir la dosis. En otras palabras: el vial está abierto y no hay personas a las que vacunar con esas dosis sobrantes.

Cataluña ha puesto 144.801 dosis de vacuna al 1,9 % de su población

EFE/Marta Pérez.

Tanto es así que comunidades como Cantabria han elaborado una lista de suplentes por si surgen contratiempos. La Consejería de Sanidad canaria, por su parte, ha asegurado a COPE.es que ellos no se han visto en esa tesitura porque "anteriormente se ha planificado". De hecho, han asegurado que antes de sacar la vacuna, ya sabían cuántas personas iban a recibir esa dosis. "La clave ha sido la planificación", han defendido.

En Cataluña, por su parte, prefieren no abrir un vial nuevo a no ser que haya suficientes personas disponibles para recibir esa dosis. De hecho, el secretario de Salud Pública catalán, Josep Maria Argimon, aseguró qué había que hacer antes de administrar la vacuna: "Agilidad y que no se tire ni una dosis".

El nuevo imprevisto para las comunidades

Si bien no hay conocimiento de situaciones en los que las dosis hayan tenido que tirarse a la basura, sí se han hecho públicos casos de aquellas personas no pertenecientes al primer grupo prioritario, han recibido una dosis alegando que sobraban.

Concretamente han sido tres alcaldes del PSOE en Valencia y dos diputados del PP en Alicante, que aprovecharon estas dosis sobrantes para vacunarse contra el virus. Esto ha llevado a Sanidad a cambiar el protocolo de vacunación. La Consejería de Sanidad valenciana ha incluido ahora la recomendación de que, de sobrar dosis, se inyecten a personas mayores que formen parte del segundo grupo prioritario, personal sanitario o grandes dependientes. Un texto que se ha fijado como recomendación para evitar que haya nuevos casos como estos.

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