REFUGIADOS EUROPA
Critican acuerdos de UE con países vecinos para frenar llegada de refugiados
Un informe elaborado por el Centro Delàs de Estudios por la Paz, el Transnational Institute y Stop Wapenhandel, hecho público hoy simultáneamente en Amsterdam y Barcelona, critica "los mortales acuerdos de la UE con estados dictatoriales para frenar la llegada de personas refugiadas".
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Un informe elaborado por el Centro Delàs de Estudios por la Paz, el Transnational Institute y Stop Wapenhandel, hecho público hoy simultáneamente en Amsterdam y Barcelona, critica "los mortales acuerdos de la UE con estados dictatoriales para frenar la llegada de personas refugiadas".
Según el informe, la Unión Europea "ha abandonado su consagrado apoyo a los derechos humanos, la democracia, la libertad y la dignidad humana expandiendo masivamente sus esfuerzos de externalización de fronteras".
El informe del Centro Delàs, el Transnational Institute y Stop Wapenhandel (organización holandesa contra el comercio de armas) considera que "la colaboración de la UE con estados vecinos en cuestiones migratorias ha reforzado regímenes autoritarios, ha incrementado los beneficios de las compañías de seguridad y armamento, ha desviado recursos destinados al desarrollo y ha socavado los derechos humanos".
El informe, titulado "Expandiendo la Fortaleza", examina el incremento de las medidas y acuerdos de externalización de fronteras que empezó en 1992 "y se ha acelerado desde 2015".
Esta "externalización" se ha convertido, según el informe, en un objetivo central de las relaciones exteriores de la UE.
El informe asegura que estas medidas incluyen el entrenamiento de las fuerzas de seguridad, donaciones de helicópteros, patrulleras y vehículos, equipos de control y vigilancia, el desarrollo de sistemas biométricos extensivos y acuerdos para que se acepte a las personas deportadas por los países de la UE.
El informe, que analiza de cerca los 35 países que la UE prioriza en sus esfuerzos de externalización de fronteras, concluye que el 48% (17 países) tienen un gobierno autoritario y que solo 4 pueden ser considerados democráticos y que todos ellos "suponen un riesgo alto o extremo para los derechos humanos".
El informe afirma que el 51% (18 países) se encuentran en la categoría de "bajo" en los indicadores de desarrollo humano.
El informe analiza con especial atención cómo se ha desarrollado esta colaboración en Turquía, Libia, Egipto, Sudan, Níger, Mauritania y Mali, que reciben apoyo de la UE.
Según las tres organizaciones, esta política europea ha supuesto mayor violencia y represión hacia las personas refugiadas, lo que ha obligado a éstas a buscar otras rutas, a menudo más peligrosas, y a confiar en traficantes que cada vez tienen menos escrúpulos.
"Esto ha causado un número de muertes aún más grande en el mar Mediterráneo y en los desiertos del Norte de África", denuncia el estudio.
El investigador y autor del informe, Mark Akkerman, ha explicado que el informe revela "una política de interacción de la UE con sus regiones vecinas que se ha vuelto extremadamente obsesiva con el control migratorio sin tener en cuenta sus costes para el país o para las personas desplazadas por la fuerza".
Para Akkerman, "es el momento de cambiar. En lugar de externalizar las fronteras y los muros, tendríamos que estar externalizando la solidaridad real y el respeto por los derechos humanos".
La investigadora del Centro Delàs de Estudios por la Paz Ainhoa Ruiz ha denunciado que "la UE demuestra continuismo y refuerzo en su política de gestión de fronteras y de movimiento de personas, que concibe y trata como una amenaza, sean o no personas en busca de asilo".