¿Cuál es la situación actual del brexit?
Marzo será un mes clave para el futuro del Reino Unido
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Parlamento británico será quien, finalmente, decida en qué dirección irá el brexit en las próximas semanas. La primera ministra Theresa May tuvo que ceder el pasado martes el control del proceso, acorralada entre propios y extraños en una Cámara de los Comunes cada vez más dividida, y terminó por darle el control a sus diputados para que sean ellos quienes decidan qué quieren: si el acuerdo que ella llevará a la Cámara de los Comunes, una salida abrupta de la UE o solicitar una extensión a Bruselas de unos meses donde la primera ministra pueda renegociar con tiempo un pacto diferente al conseguido hasta ahora.
Todo apunta a que, en tres días, 12,13 y 14 de marzo, el Parlamento británico tendrá que resolver el laberinto del brexit y del futuro de Reino Unido.
La “premier” llevará su plan “b” a escrutinio ante el Parlamento antes del 12 de marzo, o como todo apunta ese mismo día, para que sus señorías decidan si finalmente lo apoyan o no.
Si su propuesta es de nuevo rechazada, entonces el Parlamento votará al día siguiente (13 de marzo) si quiere o no una salida sin acuerdo del club comunitario. Si esta opción es declinada por los parlamentarios, como parece, será 24 horas después (14 de marzo) cuando estos decidan sobre esa posible extensión.
Por tanto ¿qué opciones se abren a partir de ahora y que se debatirán en el Parlamento británico esos días claves de marzo?
APROBAR EL PACTO DE MAY
La primera de ellas la más obvia, que los diputados respalden el plan de May y Reino Unido salga el 29 de marzo de la UE.
La “premier” buscará garantías legales de cambio en la “salvaguarda” de la frontera irlandesa que podrían satisfacer o no a sus diputados más críticos con este mecanismo. Si, finalmente, aceptan, desde ese día y hasta diciembre de 2020 Gran Bretaña permanecería alineada con el club comunitario mediante el periodo de transición, que dejaría las cosas tal y como están hasta ahora. En ese tiempo se debe negociar la futura relación entre ambas partes y sobre todo, el aspecto más importante: el de cómo va a quedar la frontera irlandesa a partir de 2021.
SALIR SIN ACUERDO
Otra opción es que los diputados británicos decidan, algo que parece poco probable, que Reino Unido salga sin acuerdo el 29 de marzo. De ser así entonces el país dejaría de pertenecer de facto a la UE y tendría que acogerse a las leyes de la Organización Mundial del Comercio. Ese día y los posteriores serían un caos en las fronteras y habría que llevar a cabo planes de contingencia que el Gobierno ya está evaluando como poner en marcha.
RETRASAR EL BREXIT
La que gana más fuerza ahora es la de retrasar el proceso. Es necesario que los diputados rechacen el plan de May y salir sin acuerdo de la UE. Sería entonces cuando los líderes europeos tendrían que permitir esa extensión del artículo 50 del Tratado de Lisboa y se negociaría el tiempo. La primera ministra ha dejado claro que no puede ir más allá del mes de junio porque de lo contrario Reino Unido tendría que participar en las elecciones europeas que se celebraran en mayo.
FRENAR EL BREXIT
Aún sigue latente esa opción a la que abrió la puerta una sentencia reciente del Tribunal de Justicia de la UE que especifica que Reino Unido podría revocar la activación del Artículo 50 de forma unilateral. El problema es que ninguno de los principales partidos británicos apuesta por revertir la situación. La única forma sería con un segundo referéndum y que sea la ciudadanía la que así lo decida.
SEGUNDO REFERÉNDUM
Una puerta que se ha vuelto a abrir con el cambio de estrategia del líder de la oposición, Jeremy Corbyn. Su partido, el laborista abogará ahora por esta opción, aunque “sin dejar de presionar por otras”, aunque no ha dejado claro de qué forma lo hará. El problema es que el propio Corbyn tiene entre sus filas varios diputados que no aceptan esta opción ya que las circunscripciones a las que representan votaron mayoritariamente por salir de la UE. Un posible retraso en el proceso podría ayudar a que esta opción ganase fuerza a pesar de que en el partido conservador muy pocos la apoyarían.