Desde un gobierno títere a un país dividido en dos: los posibles escenarios si Kiev cae en manos rusas
Desde el comienzo del conflicto, todos los focos están puestos sobre la capital ucraniana, en la que la única duda que existe es cuándo se va a producir el ataque ruso
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Desde que comenzase la guerra en Ucrania el pasado 24 de febrero, todos los ojos están puestos en la capital, Kiev, donde Ejército y población civil se prepara para una invasión rusa a gran escala respecto a la que solo existe una duda: cuándo se producirá.
Como en todo los conflictos bélicos, la capital o ciudad más importante de un territorio es fundamental porque es allí donde se suelen encontrar los organismos políticos y las administraciones estatales. Si Putin llegase a controlar estos puntos trascendentales para el día a día de un estado, tendría más cerca alcanzar sus verdaderos objetivos.
Dudas sobre qué pasará en Kiev tras la ofensiva
Los expertos no se atreven a redactar un guion claro respecto a qué pasaría en Ucrania si Kiev cae en manos rusas, pero sí que existen algunas posibilidades basándose en anteriores conflictos y también basándose en los intereses de Moscú.
Por un lado, existe la posibilidad de que el Kremlin opte por la vía diplomática y se acorten las negociaciones, obligando al actual Gobierno de Ucrania a asumir el papel de la neutralidad. La versión de Occidente sigue siendo que Putin, en caso de tomar Kiev, impondrá un gobierno títere, prorruso, que responda a las necesidades y a las exigencias de Moscú en territorio ucraniano.
Abierta la posibilidad de que el país se divida
A la toma de Kiev, se une la posibilidad también de que Ucrania quede dividida en dos, debido a la gran resistencia que las tropas rusas se han encontrado a medida que la invasión ha ido a más. Moscú no contaba en un principio con la gran fuerza de resistencia que está construyendo la propia sociedad civil del país. Esto obliga a abrir la posibilidad de que en Ucrania vuelva el espíritu del Muro de Berlín durante la Guerra fría: con una Ucrania del Este afín a Moscú, controlado el acceso al mar, y con otra al Oeste afín a Ucrania.
En caso de que Rusia no se hiciese con el control de la totalidad del territorio ucraniano después de conseguir Kiev, existe la posibilidad de que Estados Unidos y Europa apoyen a un gobierno en el exilio, cuyo centro de operaciones se situaría en el oeste del país, en la ciudad de Leópolis. Por ello, las tropas rusas ya han bombardeado otros puntos de Ucrania, para indicar que sus ataques pueden llegar a cualquier punto.
Kiev, ¿la primera piedra de Putin?
Dejando a un lado los posibles escenarios que dejaría una victoria rusa en la capital ucraniana, Putin quiere tener el control de esta ciudad porque sería una especie de primera bandera en la cima de su proyecto 'neosoviético', enmarcado en su interés por debilitar a la Unión Europea. Incluso, algunos expertos señalan que la toma de la capital ucraniana por parte de Moscú sería el primer paso para que Putin fuese a más.
En Moscú parecen haber rebajado los tiempos: asediando la ciudad pero sin intervenir ante una posible precipitación fatal para los intereses del Kremlin. Putin es consciente de que la caída de Kiev sería un golpe importante para el bando ucraniano.
Durante la Unión Soviética, Kiev llegó a ser la tercera ciudad más relevante de este régimen, hasta que en 1991 se convirtió en la capital de Ucrania. Cuenta con grandes infraestructuras y un buen sistema de transportes. En sus calles se encuentran importantes edificios gubernamentales con el del Consejo de Ministros, la Rada Suprema, enmarcados en el barrio del gobierno.