Dinamarca construirá una gran isla artificial frente a las costas de Copenhague
Según han comunicado las autoridades, el territorio tendrá una extensión de 2,8 kilómetros cuadrados y está pensado para albergar a 35.000 personas y proteger de inundaciones
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Parlamento de Dinamarca, conocido en el país como Folketinget, anunció el pasado 4 de junio la constucción de la isla artificial de Lynetteholm, que contará con unos 2,8 kilómetros cuadrados de extensión y se situará al norte de la isla Refshaleoen, justo en frente de las costas de Copenhague.
El proyecto fue aprobado en las cortes danesas con una amplia mayoria de 85 votos a favor y solo 12 en contra y está pensado con una doble intención, según como han comentado las autoridades del país europeo.
Por un lado, se espera que su construcción ayude a proteger a la ciudad de las posibles inundaciones que puedan surgir en el futuro, actuando a modo de presa, pero por otro, el proyecto surge como solución ante la problemática subida de los precios de las viviendas.
Subida de precio que, a su vez, viene derivada del sustancial aumento de la demanda de pisos en la capital danesa y del poco espacio disponible.
De esta manera, se espera que el islote artificial de Lynetteholm pueda ser la nueva residencia de unas 35.000 personas, para las cuales se construirán unas 20.000 viviendas aproximadamente.
Además, con el fin de que esta nueva zona pueda resultar atractiva a sus futuros pobladores, el islote estará conectado con la capital danesa a través de una línea de metro, una carretera convencional y un túnel portuario.
Se estima que los trabajos del que se convertirá en el proyecto, a nivel infraestructura, más grande de la historia del país, podrían dar comienzo este mismo otoño, aunque todavía no hay una fecha concreta.
Sin embargo, lo que sí está prevista es la fecha en la que se terminarán estas faraónicas obras: 2070. Por ello, la isla, que costará en torno a los 2.600 millones de euros (unos 20.000 millones de coronas danesas), estará en construcción durante unos 50 años más o menos.
Dudas ante el proyecto
A pesar de que la iniciativa ya fue votada en el Parlamento del Reino de Dinamarca, lo cierto es que la resolución no es, ni mucho menos, definitiva.
Primero, porque la idea no ha terminado de convencer dentro de la propia población danesa, levantando fuertes críticas por parte de los defensores del medio ambiente ante el posible impacto que una obra de esta magnitud pudiera llegar a tener, además de que su propia construcción significaría aumentar los niveles de contaminación presentes en la zona.
A esto habría que sumarle el hecho de que el proyecto podría frenarse en seco en caso de que así lo exijan sus vecinos suecos, ya que Estocolmo tendrá mucho que decir -y que decidir- en el momento en el que se esclarezcan los trabajos a realizar en esta gigantesca construcción.
Al menos, así lo ha recordado Per Bolund, ministro de Medio Ambiente de Suecia, según lo recogido en el portal danés TV2lorry, ya que así lo estipulan los acuerdos firmados. Así, si Suecia, que es el principal país que se podría ver afectado fuera de las fronteras danesas, da su visto bueno, la isla será una realidad en aproximadamente medio siglo.
De hecho, el impacto medioambiental es posiblemente el aspecto más preocupante de esta colosal obra, que ya ha sido impugnada ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea según el medio danés The Local, asegurando que las Evaluaciones de Impacto Ambiental realizadas solo estudiaron el impacto de la isla, pero no el de todas las edificaciones que se levantarían en el territorio.
A pesar de que no se tratra de la primera vez que se construye una isla artificial a partir de la nada, con el claro ejemplo de las famosas Islas Palm de los Emirtatos Árabes Unidos en la memoria colectiva, sí se trata del proyecto más ambicioso de estas características desarrollado, hasta la fecha, en el 'Viejo Continente'.