Crisis de Kazajistán: Las causas, los temores de Vladimir Putin y su amistad con el presidente Tokaev

La tensión social en Kazajistán inquieta a Rusia, que teme una revolución de Asia Central. El gobierno kazajo afirma que las tensiones han sido disipadas

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Kazajistán, el enésimo bastión de Vladimir Putin: "Rusia y su nostalgia por el pasado"

Alex García

Publicado el - Actualizado

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Parece que por mucho que pase el tiempo la hostilidad por parte de Rusia va a permanecer siempre, y es que se puede observar cierta hostilidad cada vez que uno de sus antiguos enclaves vive algún tipo de "alteración" del orden público. Lo cierto es que pase lo que pase y ocurra lo que ocurra, las miras siempre se dirigen a occidente para culpar de esa inestabilidad. Un discurso recurrente en muchas ocasiones por parte de ciertos partidos e ideologías, cada vez que hay un conflicto o un problema, la culpa siempre es de otros. Qué casualidad.

Y es que Rusia en los últimos meses está siendo protagonista por estar metida en prácticamente todos los fregados que hay en política internacional dentro del viejo continente. Uno de estos ejemplos es la reciente tensión entre Bielorrusia y Polonia, con la crisis migratoria existente y que lleva demasiado tiempo generando un quebradero de cabeza a toda Europa, que contempla de manera impasible el esfuerzo común de unos y otros, rusos y bielorrusos por poner en dificultades a la Unión Europea.

Además de esto, Ucrania, otro de los lugares que anteriormente pertenecía a la Unión Soviética mantiene un pulso constante en el que la tensión social y la calma navegan en un océano manejado absolutamente por Vladímir Putin como defensa ante occidente. Esto se debe a que la frontera ucraniana se encuentra a apenas 480 kilómetros de la capital rusa, Moscú; algo que sería un enclave militar de excepción para las potencias de la OTAN.

La realidad es que Rusia ha sido durante siglos una tierra a la que se ha querido conquistar y que durante varias veces se consiguió. Así lo hicieron los suecos en el siglo XVIII, la Francia de Napoleón, y la Alemania nazi en el siglo XX. Ese temor se mantiene todavía a día de hoy a pesar del enorme poderío con el que cuenta la Federación, y es que junto al anhelo de la Gran Rusia, Vladimir Putin lo quiere mantener en una posición mayormente controlada.

Todos estos países, antiguas provincias de la Unión Soviética, tienen en común que su gobierno es del beneplácito del presidente de Rusia; y de esta manera lo ha sido durante décadas, como es el caso de Kazajistán. En toda su historia, desde el año 1991, los kazajos han tenido dos presidentes: Nursultán Nazarbáyev (al que se ha dedicado el nombre de la capital del país), y Kasim-Yomart Tokaev; ambos del mismo ideal, del mismo partido y del beneplácito de Vladímir Putin.

¿De dónde surgen las protestas?

El clima enrarecido de Nur-Sultán y del resto del país kazajo viene precedido a que durante los últimos días, el precio del gas licuado ha ascendido sensiblemente, y entre ello, el empeoramiento de la situación económica y el inmovilismo político, la sociedad ha dicho "basta". Tanto ha sido el desequilibrio, que estas protestas han desencadenado en operaciones gubernamentales tachadas de "antiterroristas" que se han llevado la vida de más de una decena de civiles.

Lo más reciente ha sido la culpabilidad que ha arrojado el Ejecutivo ruso a occidente para intentar desestabilizar a la población de Asia central. Estados Unidos ha negado la mayor, aunque de poco ha servido. Rusia mandó a Nur-Sultán un avión fletado de soldados para mantener el orden y evitar que la situación social se disparatara más aún.

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