Ocho almejas con interruptores deciden si Varsovia se queda sin agua por contaminación
Los moluscos filtran el agua por una rendija y si detectan toxicidad se cierran
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En Varsovia han creado un invento que da cuenta de que la naturaleza es muy útil, eficaz y necesaria. Muchas veces va por delante que la propia tecnología. He aquí un ejemplo. La capital polaca tiene una forma de controlar la contaminación del agua. Para ello, desde el Departamento Municipal de Agua de Varsovia han decidido emplear almejas de agua dulce para regular los niveles de suciedad.
Funciona de manera intuitiva. La bomba de agua principal de la ciudad tiene en su haber ocho de estos moluscos con muelles que se encuentran adheridos a sus conchas. Si el agua se torna demasiado tóxica se cierran y accionan un botón. La clave de este invento es que los disparadores cortan el suministro de agua de la ciudad si el nivel de contaminación es muy elevado. Revisarían, por tanto, la incidencia hasta que se pueda revisar adecuadamente.
Un documental ha dado cuenta de esta innovación: Fat Kathy. Mientras, estos moluscos se alimentan filtrando el agua dejando abierta una pequeña rendija de sus conchas. Pero si perciben algún tipo de impureza, se cierran de manera inmediata. Los científicos han sabido aprovecharse de este proceso natural para hacer que se activen las alarmas si detectan algún tipo de contaminación.
Antes de todo, las almejas pasan por un proceso de aclimatación previo y pasan dos semanas en aguas totalmente limpias para hacer pruebas.
Para garantizar que la almeja no se acostumbre al agua procesada cada molusco se emplea durante sólo tres meses. Tras ese tiempo prudencial, se “marca” para no volver a ser utilizada y se devuelve al río dónde se extrajo.
Una manera prudencial de mantener los niveles de contaminación del agua en perfectas condiciones en toda la ciudad. Y también, una muestra de que la naturaleza muchas veces va por delante que chips y tecnologías más avanzadas.