Túnez: unas elecciones históricas con las mujeres como protagonistas

Túnez vivió el pasado domingo una jornada electoral para la historia: sus primeros comicios locales desde el triunfo de la revolución del año 2011, que acabó con la dictadura de Zine al Abidine Ben Ali. Es cierto que no son las primeras elecciones libres -en 2014 se celebraron las legislativas, se aprobó una nueva constitución y se realizaron las presidenciales-, pero marcan el principio del fin de esta transición democrática.

Una etapa con la que ya muchos tunecinos están desencantados porque, dicen, ha dado lugar a un sistema bipartidista en el que los dos grandes partidos se reparten 155 de los 217 diputados de la Asamblea de Representantes del Pueblo. Además, como ha ocurrido en España, buena parte de Europa y también en el mundo árabe, son los jóvenes los que más desengaño sienten ante una clase política que les produce desconfianza. Con la diferencia, respecto al viejo continente, de que Túnez es un país joven: el 75% de los candidatos han sido menores de 45 años, en representación de su mayoría demográfica.

Sin embargo, un dato positivo, sobre todo en su contexto geo-político, es que en estos comicios municipales casi la mitad de las candidatas han sido mujeres: un 49,3%. Y es que en este país la ley prevé listas paritarias. De hecho, la alcaldía de Túnez capital se la ha llevado Suad Abderrahim, la primera mujer en dirigir este ayuntamiento. Ello contrasta, en cambio, con que solo el 30% de las listas están encabezadas por mujeres y, sobre todo, con la altísima abstención: solo votó el 33% de los ciudadanos.

Mujeres en los parlamentos del mundo

Pero quedémonos con que Túnez lidera el mundo árabe en cuanto a derechos políticos femeninos, y comparémoslo con otros países. Por ejemplo, los de su entorno. Según datos de la web Inter-Parliamentary Union (UPI), comparando el 49,3% de las mujeres candidatas en estas elecciones locales con la representación femenina en su propio parlamento, Túnez ha mejorado, ya que ellas son el 31,3% de la cámara nacional. Y aún así, también lideran esta faceta entre sus países vecinos: en Argelia las mujeres ocupan casi el 26% de los escaños, por encima de Marruecos, Libia y Egipto, con solo el 14,9% de diputadas.

Viajemos a Europa, al primer mundo. El sueño de muchos norte-africanos, sin embargo, no lidera este ranking de UPI. El primer país de nuestro continente en representación política femenina es Suecia, con un 43,6% de diputadas en su cámara nacional. Es el octavo estado en esta clasificación. Le siguen, a nivel europeo, Finlandia, Noruega y España, en el puesto 15, con un 39,1% de diputadas y, en el Senado, un 38% de mujeres. 

Llama la atención que el país con más mujeres en su parlamento es Ruanda. 49 de sus 80 representantes, el 61,3%, son diputadas. Le siguen Cuba, Bolivia, Granada, Namibia, Nicaragua y Costa Rica. Todos con cifras superiores tanto a los países occidentales antes mencionados, al Parlamento Europeo (37%), Reino Unido (32%), Australia (28,7%) y Estados Unidos, con un sorprendente 19,5% en su Cámara de Representantes.

¿Y en España, qué?

Como hemos visto, 4 de cada 10 diputados del Congreso son mujeres y casi la misma proporción se cumple en el Senado. ¿Y en los parlamentos autonómicos? Aquí las diferencias son notables. Ellas son mayoría en País Vasco y Canarias con exactamente el mismo porcentaje: 53,3%. El grueso de comunidades se sitúan entre el 49,5% de parlamentarias andaluzas y el 40 de Ceuta y Melilla. Solo tres autonomías bajan de ese porcentaje: Cataluña (39,3%), Cantabria (38,9%) y la Región de Murcia (35,6%).

_{Fuente: INE}

Asimismo, España aporta 53 escaños al Parlamento Europeo, de las que 22 son mujeres. En esta cámara, Malta es el país que más diputadas tiene (un 67%), mientras que de los 11 escaños lituanos, solo 1 (9%) corresponde a una mujer.