Aumentan los bautismos de adultos en pascua

En medio del dolor y de la esperanza cristiana que supone despedir a un Papa el lunes de Pascua, hemos conocido algunas cifras sorprendentes sobre el espectacular aumento de los bautizos de jóvenes y adultos en la noche de Pascua. En la vecina Francia, en medio de un proceso de secularización que toca especialmente al país galo, esos bautizos han aumentado un 30%. Más de diez mil adultos y siete mil adolescentes han sido bautizados en la Pascua. En España, aunque no disponemos de cifras globales, muchas diócesis han experimentado auténticas cifras récord este año.

La fotografía que suele presentarse de la Iglesia es incompleta porque no tiene en cuenta que el catolicismo crece, si miramos al mundo entero, especialmente en África y Asia. Es verdad que, en la vieja Europa, la secularización externa y también la interna de la propia Iglesia hace que las cifras vayan al ritmo del invierno demográfico y que eso haga que se resienta muchas veces el empuje evangelizador. Por eso la noticia de Francia, que también se produce llamativamente en el Reino Unido, es más que una anécdota. No se trata de un fenómeno aislado y el desafío es grande, porque los testimonios de los nuevos catecúmenos muestran la diversidad y riqueza de los testimonios que cada uno ha ido encontrando en su vida.

En medio de las tormentas que siempre zarandean la barca de la Iglesia, hay una vuelta a casa en muchos que la abandonaron, y un despertar, con auténticas conversiones de vida, en jóvenes que se han encontrado con el Cristo Resucitado de la Pascua y que, como aquellos caminantes de Emaús, no pueden esconder que su corazón arde, y empiezan a anunciarlo sin ningún complejo a los cuatro vientos