J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Ecología al servicio del hombre

Merkel ha sido contundente, ha asegurado que la decisión de Estados Unidos de abandonar el Acuerdo del clima de París es una decisión lamentable. El Acuerdo de París, cerrado en 2015 y firmado por la inmensa mayoría de los países del planeta, supone un importante pase adelante para reducir la emisión de los gastos de efecto invernadero. Se trata de que el aumento de la temperatura media de la Tierra no supere los 2 grados al final de siglo.Son muchas las evidencias científicas sobre el efecto que tiene en el recalentamiento la actividad humana irresponsable. El nivel del mar ha aumentado 20 centímetros en el último siglo, la temperatura media se ha elevado, los hielos de la Antártida y Groenlandia se han reducido, los fenómenos meteorológicos extremos son cada más frecuentes, los glaciares se están retirando y la acidez del agua de los océanos se ha elevado.En su encíclica Laudato Si, el Papa Francisco se referiría al recalentamiento como un “problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas”. Estamos ante uno de los principales desafíos de la humanidad. La subida de las temperaturas la pagan especialmente los más pobres. Basta visitar ciertas zonas de África para ver cómo el daño al medio ambiente aumenta las sequías, provoca hambre y sirve de caldo de cultivo para algunos radicalismos. El nacionalismo del que hace gala Estados Unidos hace daño a todos porque siembra dudas ante la necesidad de luchar por la sostenibilidad medioambiental.

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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