Imprudentes declaraciones de Donald Trump

Donald Trump ha inaugurado su presidencia con un perfil marcadamente agresivo en las formas. Tras amenazar a socios históricos, como Canadá y México, con duras imposiciones arancelarias, durante la visita de Netanyahu a la Casa Blanca, Trump ha decidido tensar aún más la situación en Oriente Medio. Según sus propias palabras, EE.UU. estaría considerando expulsar a la población gazatí de su territorio y tomar el control de la zona incluso a largo plazo. Con Donald Trump, nunca se sabe dónde termina la bravuconería verbal y dónde comienza la amenaza verosímil. Algunos de sus seguidores insisten en que debe ser juzgado no por lo que dice, sino por lo que hace. Sin embargo, en lo que respecta al conflicto de Gaza, la situación humanitaria es tan extrema que cualquier declaración desmedida supone un riesgo inaceptable. La expulsión forzosa de los habitantes de la Franja de Gaza constituiría una grave violación de los derechos humanos. Es imprescindible que Donald Trump se comprometa a enmarcar su política exterior dentro del derecho internacional humanitario y del orden internacional basado en reglas. Cualquier error o tropiezo en una zona tan volátil como Oriente Medio podría resultar letal para la vida de miles de personas, y no existe estrategia política alguna que justifique unas declaraciones tan imprudentes. Por el bien de todos, sería deseable que el presidente de los EEUU retornara a la ortodoxia diplomática y que comenzara a medir el alcance de sus declaraciones.