20 de noviembre
El acuerdo sobre los jueces salta por los aires
Manuel Marchena ha renunciado a ser nombrado presidente del CGPJ porque quiere mantener su independencia.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El modo en que se elige a los vocales del CGPJ y a su presidente no es el más conveniente. Ese mecanismo se ha utilizado, en esta ocasión, sin ningún pudor por parte del PP y el PSOE en el pacto anunciado hace unos días. No contentos con el ejercicio de partitocracia, han hecho ostentación de su poco respeto por la independencia de la justicia. No es una anécdota que el portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, se jactara de seguir controlando la Sala Segunda del Supremo. Intentaba tranquilizar a los suyos por las consecuencias del nombramiento de Manuel Marchena como presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo. Marchena, al ser presidente, iba a dejar la sala que va a juzgar el intento de golpe de Estado en Cataluña.
Ahora Manuel Marchena ha renunciado a ser nombrado presidente del CGPJ porque quiere mantener su independencia. Su decisión supone una contundente denuncia de los juegos políticos que quieren determinar la vida de los tribunales. De hecho, el acuerdo entre PP y PSOE ha saltado por los aires. Todo esto se produce en vísperas de uno de los juicios con más trascendencia de la historia reciente de España: el juicio por el intento de secesión. Los partidos mayoritarios y el personalismo de algunos jueces han provocado una rebaja del prestigio de uno de los tres poderes del Estado cuando más necesaria era su buena imagen.