Es urgente la reconstrucción del PP

Lo que se deduce de la primera entrevista de Pablo Casado, en Herrera en COPE, tras estallar la guerra interna en el PP, y de la réplica posterior de Isabel Díaz Ayuso, es la urgencia de que el PP resconstruya la confianza ante sus electores y ante la sociedad española. La ejemplaridad, a la que reiteradas veces ha aludido Casado, también debe ser asumida como criterio rector a la hora de gestionar conflictos entre los líderes de un partido político que es clave para el desarrollo de la democracia en España. No es de recibo que la sospecha y la desconfianza se conviertan en la base de las realciones entre el líder de la oposición y la presidenta de la Comunidad Autónoma más importante que gobierna ese partido.

Por un lado, es obligado que se aclare rápidamente, con una información lo más completa posible, el papel de la gestión del hermano de Ayuso en la contratación de material sanitario, pero el daño que este caso está haciendo a la imagen del Partido Popular es demasiado alto para que no se pongan ya manos a la obra para tapar la grieta y salir de un bucle que no solo puede acabar con carreras y liderazgos políticos, sino también con las esperanzas de millones de españoles de disponer de una alternativa constitucional y solvente al Frankenstein de Sánchez. Frente al nivel rastrero de estos días, Casado y Ayuso deben acometer un gesto de grandeza que puede incluir sacrificios dolorosos en sus respectivos ámbitos. Dejar que este asunto se pudra es la peor de las opciones, y la sociedad española difícilmente lo perdonaría.