El conservante que es tóxico para tu salud y que es muy adictivo: el truco para detectarlo está en la etiqueta

La nutricionista Sandra Moñino desgrana, en su pódcast 'Con Jengibre y Limón' junto a la periodista María Pérez Espín, uno de los conservantes más peligrosos para tu salud

Sandra Moñino habla del conservante a evitar en los alimentos

Sandra Moñino habla del conservante a evitar en los alimentos

Luis Calabor

Madrid - Publicado el

3 min lectura

En la actualidad, somos cada vez más conscientes de la importancia de lo que consumimos, especialmente cuando se trata de productos procesados. Aunque en muchas ocasiones nos dejamos llevar por las etiquetas que aseguran ser "saludables" o "naturales", la realidad es que muchos de estos alimentos contienen aditivos que, lejos de aportar beneficios, pueden tener efectos negativos para nuestra salud.

Uno de los aspectos más preocupantes de los productos procesados es la presencia de ingredientes que alteran el sabor y la conservación de los alimentos sin que los consumidores sean plenamente conscientes de ello. Muchas veces, estos componentes se esconden bajo nombres técnicos en la lista de ingredientes, dificultando su identificación y generando confusión sobre su impacto en el organismo.

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Hay que estar muy pendiente a la etiqueta trasera de los alimentos

el gran problema del glutamato monosódico

Sandra Moñino, nutricionista del podcast Con Jengibre y Limón y quien ha ganado especial repercusión por su reto de 3 días de alimentación antiinflamatoria, explica que uno de los aditivos más problemáticos que podemos encontrar en los productos procesados es el glutamato monosódico, o E621. Este aditivo está relacionado con varios efectos adversos, como dolores de cabeza, náuseas e incluso problemas de presión arterial. Aunque se utiliza en cantidades muy pequeñas, su presencia constante en productos procesados puede generar una acumulación en el organismo, lo que podría derivar en estos efectos negativos.

El glutamato monosódico nos puede dar problemas

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El glutamato monosódico nos puede dar problemas

El glutamato monosódico se encuentra en alimentos como sopas, salsas, aperitivos y embutidos, y es conocido por su capacidad de hacer que los productos sean más sabrosos y atractivos, lo que genera una sensación de adicción. "Es un aditivo que nos engancha porque, al potenciar el sabor umami, hace que queramos comer más de esos productos", comenta Sandra Moñino. Este factor es clave para entender por qué se le considera un "adictivo", ya que el cuerpo se acostumbra a este sabor intenso y busca más alimentos que lo contengan.

El truco para detectar el glutamato monosódico en la etiqueta

El mayor problema con el glutamato monosódico es que no siempre aparece de forma explícita en la lista de ingredientes, ya que muchas marcas prefieren ocultarlo bajo nombres más técnicos o menos conocidos. Por ejemplo, a veces puede encontrarse como "extracto de levadura", "glutamato monosódico", o incluso "glutamato de sodio". Sin embargo, en la etiqueta nutricional siempre estará precedido por el número E621, lo que lo convierte en un indicador claro de que el producto contiene este potenciador del sabor.

Sandra recomienda estar atentos a estos números y evitar los productos que los contengan. "Al leer la etiqueta, lo primero es mirar los ingredientes en orden descendente. Si el glutamato monosódico aparece entre los primeros ingredientes, significa que es uno de los componentes principales y que debemos evitarlo", explica Sandra junto a María Pérez Espín. En estos casos, lo mejor es optar por alternativas sin aditivos o productos naturales.

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Lo mejor es evitar cuántos más conservantes en nuestros alimentos

Además del glutamato monosódico, existen otros aditivos que es recomendable evitar, ya que también pueden tener efectos adversos sobre la salud. Entre ellos, se encuentran los nitritos (E251), que se utilizan para conservar carnes procesadas, y los sulfitos, presentes en algunos productos como frutas secas, vinos o embutidos. "Aunque estos aditivos son necesarios en algunos casos para evitar la proliferación de bacterias, su consumo excesivo no es recomendable", comenta Moñino.

OTROS ADITIVIOS PROBLEMÁTICOS A EVITAR

Otro aditivo problemático es el colorante tartracina (E102), utilizado para dar color a productos como galletas, golosinas y refrescos. Este colorante ha sido vinculado con reacciones alérgicas, problemas de hiperactividad y trastornos del sueño en algunos niños. "Es importante saber que muchos de estos aditivos están prohibidos en otros países, como Alemania o Reino Unido, pero siguen permitidos en España", señala Moñino, lo que resalta la necesidad de estar más informados y vigilantes sobre lo que consumimos.

Otros aditivos están presentes en alimentos como galletas

La clave para evitar estos aditivos tóxicos está en aprender a leer las etiquetas de manera adecuada. No solo debemos fijarnos en los ingredientes, sino también en la tabla nutricional. Sandra Moñino sugiere prestar especial atención a los aceites presentes en los productos, evitando aquellos que contienen aceites vegetales refinados como el aceite de palma o de girasol. "Es mucho más saludable elegir productos que contengan aceites como el de oliva virgen extra", añade. Algo de lo que tenemos que estar atentos para, así, poder tener una vida más sana.

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