La nutricionista Boticaria García avisa del detalle al que debes prestar atención cuando compres tomate de bote
La versatilidad del tomate en lata lo convierte en un aliado perfecto para nuestros guisos, salsas y todo tipo de platos para darle un toque casero pero con mucho sabor

Imagen de archivo
Publicado el
3 min lectura
El tomate es uno de los alimentos más populares de la cocina española y que puede consumirse de múltiples formas, por no hablar de los muchos beneficios que tiene para nuestro organismo.
Sin embargo, existe una subvariante del famoso tomate que tampoco falta en las cocinas españolas y es el tomate de bote o triturado que podemos encontrar en cualquier supermercado.
TE PUEDE INTERESAR
Su versatilidad lo convierte en un aliado perfecto para nuestros guisos, salsas y todo tipo de platos para darle un toque casero pero con mucho sabor. Al estar pelado y triturado, nos ahorramos tiempo y esfuerzo, lo cual nos facilita muchas comidas.
Es ideal para sofritos, estofados, platos de pasta rápidos o incluso pistos, pero su conservación en bote garantiza que no pierda sabor, haciendo que siempre podamos recurrir a él cuando más falta nos hace.
Sin embargo, hay veces que tenemos dudas sobre cuál es el mejor tomate en lata cuando vamos al supermercado. ¿Hay uno mejor que otro? ¿En qué debemos fijarnos cuando vamos a comprar?

Imagen de archivo
Una cuestión a la que ha respondido recientemente la doctora en Farmacia y nutricionista Boticaria García, quien ha ganado especial repercusión a través de sus redes sociales y sus apariciones en distintos medios de comunicación.
¿En qué debes fijarte cuando vas a comprar tomate de bote?
A través de su cuenta de Instagram @boticariagarcia, la nutricionista explica la importancia de fijarnos, en primer lugar, en la tabla de ingredientes que haya en el bote de tomate. Así las cosas, y mostrando un tomate natural, asegura que tiene en torno "a un 3% de azúcares intrínsecos propios del tomate", por lo que estamos hablando, entonces "de un buen tomate triturado".
No obstante, también es importante fijarse en la casilla del azúcar de la etiqueta del bote, que también debería estar en torno a un 3%. En cualquier caso, la nutricionista Boticaria García matiza que el único ingrediente triturado o de bote no es solo, necesariamente, el tomate.
Mostrando una lata, asegura que "si te fijas aquí en la lista de ingredientes, verás que pudiera acompañado. En este caso el tomate es claramente el protagonista con un 99,3% de tomate, pero también es normal que llegue algo de sal".

Imagen de archivo
¿Cuánta sal? Te habrás preguntado. Pues explica que "cuanta menos, mejor". Eso sí, nunca más de un 1% de sal. "En este caso, si te fijas ves que es 0,39% y también es frecuente que la lista de ingredientes veas que se incluye algún regulador de la acidez".
Por lo tanto, concluye la doctora en Farmacia, para que un tomate de bote sea realmente un buen tomate de bote, tiene que tener "en torno a un 3% de azúcar, menos de un 1% de sal y más de un 99% de tomate". En ese caso, ha concluido, "estoy delante de un buen tomate".
CÓMO CONSERVAR TU LATA DE TOMATE PARA QUE NO LE SALGA MOHO
Que es un producto muy versátil ya lo sabemos, y que es útil todavía más. El problema llega, muchas veces, cuando abrimos un bote o una lata de tomate, pero no la usamos del todo. Utilizamos lo que necesitamos y el resto lo guardamos en la nevera. Pasados unos días, y de no volver a utilizarla, es posible que la lata o el bote esté lleno de moho y nos veamos obligados a tirar el producto sobrante. ¿Podemos evitarlo?
La respuesta es sí, y aunque no lo creas, el truco es muchísimo más fácil de lo que puedas llegar a imaginar. En estos casos hay dos opciones: la primera es poner todo el producto que nos ha sobrado en un bote de vidrio y añadir una pequeña capa de aceite de oliva. De esta forma impediremos el crecimiento de este moho.
También cabe la posibilidad de congelarlo. En este caso, es tan sencillo como rellenar una cubitera con el tomate y hacerlo homogéneo con ayuda de una espátula. Una de las ventajas en este caso es que, además, a cada pequeño hueco de la cubitera puedes añadirle las especias que mas te gusten. Esto deberás llevarlo al congelador y, al cabo de unas horas, tendrás dados de tomate congelados a los que poder recurrir cuando más los necesites.