Poner los huevos en la puerta de la nevera los arruina y debes de ponerlos en otro sitio: el aviso de Sandra Moñino

Los huevos son un alimento imprescindible en la dieta de millones de personas. Son una fuente excelente de proteínas de alta calidad, además de contener vitaminas y minerales esenciales como la vitamina D, el hierro y el selenio. Su versatilidad en la cocina los convierte en un ingrediente básico para desayunos, almuerzos y cenas.

Además, su accesibilidad y fácil preparación los hacen ideales para cualquier tipo de alimentación. Sin embargo, a pesar de ser un producto tan común, muchas personas cometen un error al guardarlos en la nevera sin darse cuenta de que esto puede afectar su calidad y durabilidad.

El error común al guardar los huevos en la nevera

La nutricionista y divulgadora Sandra Moñino, quien ha ganado especial repercusión por su reto de 3 días de alimentación antiinflamatoria, en su pódcast 'Con Jengibre y Limón' junto a la periodista María Pérez Espín, advierte sobre un error muy frecuente en la conservación de los huevos: colocarlos en la puerta de la nevera. "Es importante, los huevos no se colocan en la puerta", explica Moñino.

Aunque muchos frigoríficos vienen con una huevera incorporada en la puerta, la experta señala que este no es el mejor lugar para almacenarlos. "Aunque tengamos la huevera preparada, los huevos siempre se colocan en los estantes", afirma.

Uno de los principales problemas de guardar los huevos en la puerta de la nevera es la variación constante de temperatura. "La puerta siempre estamos abriéndola y cerrándola, y ahora con el calor, sobre todo el calor que hace en Murcia, cambia de temperatura", explica Moñino. Estos cambios térmicos pueden afectar a la calidad de los huevos, favoreciendo el crecimiento de bacterias y reduciendo su frescura.

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Por qué la puerta de la nevera no es el mejor lugar

El motivo es que los huevos tienen una cáscara porosa que permite la entrada de microorganismos si las condiciones de conservación no son adecuadas. Si se someten a constantes cambios de temperatura, pueden perder su protección natural y volverse más susceptibles a contaminaciones.

Para garantizar su frescura y calidad, Sandra Moñino recomienda almacenarlos en una zona estable del frigorífico, preferiblemente en los estantes intermedios o superiores. "Siempre, siempre por eso en los supermercados no están en la nevera, están fuera, para que no sufran ese cambio de temperatura tan brusco de llevárnoslos de la nevera a nuestra casa y pasar por el proceso del calentón y luego otra vez frescor", explica.

De hecho, los supermercados mantienen los huevos a temperatura ambiente porque las tiendas suelen estar refrigeradas, lo que evita cambios bruscos de temperatura. Al llevarlos a casa, la recomendación es colocarlos directamente en la nevera, pero en una zona estable y alejada de las variaciones térmicas de la puerta.

Otros consejos para conservar los huevos

Además de evitar la puerta de la nevera, hay otras recomendaciones clave para prolongar la frescura de los huevos:

• No lavarlos antes de guardarlos: La cáscara tiene una capa protectora natural que evita la entrada de bacterias. Si se lavan, se elimina esta barrera y se aumenta el riesgo de contaminación.
• Mantenerlos en su envase original: La caja de cartón en la que vienen los huevos ayuda a absorber la humedad y evita que absorban olores de otros alimentos.
• Guardar los huevos con la parte puntiaguda hacia abajo: Esto ayuda a mantener la yema centrada y a prolongar su frescura.

La próxima vez que vayas a guardar los huevos en la nevera, recuerda este consejo: mejor en los estantes, alejados de los cambios bruscos de temperatura.