¿Recurres a sonidos como el ruido blanco para calmar tu ansiedad? Este es el motivo por el que pueden ser "nocivos" para tu salud
Rocío Torres es doctora en Psicología y ha explicado por qué este tipo de sonidos, aunque puedan calmar la ansiedad a corto plazo, a largo pueden acabar siendo perjudiciales para nuestra vida
Publicado el
3 min lectura
Es posible que hayas escuchado hablar alguna vez del ruido blanco o del ruido marrón, por ejemplo, que no son más que una serie de sonidos que son capaces de 'bloquear' nuestro cerebro, ya sea de ruidos que distraen, relajan o ayudan a que una persona pueda concentrarse.
TE PUEDE INTERESAR
En algunos casos, hay ciertos sonidos que pueden ayudar a reducir la ansiedad. Sin embargo, ¿hasta qué punto es esto cierto? La realidad es que no existe una evidencia clara de estos beneficios y ya cabe preguntarse, entonces, porque hay ciertos sonidos o frecuencias que ayudan a ciertas personas a que se relajen.
Recientemente se ha popularizado mucho en redes la frecuencia 852 Hz, un sonido uniforme, constante y agudo que es capaz de calmar las ansiedad y frenar los pensamientos intrusivos de muchas personas.
Rocío Torres es doctora en Psicología y ha dejado claro que no existe una "evidencia empírica" que demuestre que esa frecuencia tenga algún tipo de propiedad medicinal o terapéutica. De hecho, ha hablado del "Efecto Pigmalión", con el que "basta que te digan que esto puede ser terapéutico para que tú te lo creas".
Sí ha hecho, sin embargo, alusión a estudios que aseguran que este tipo de sonidos pueden "estimular la glándula pineal", lo cual puede favorecer que "se llegue a un estado más elevado de conciencia". Sin embargo, "no estamos hablando de otra cosa más que de concentración, de favorecer incluso la intuición".
Podríamos estar, por lo tanto, ante una serie de sonidos que pueden "favorecer el proceso atencional para que podamos centrarnos en eso que tengamos entre manos".
Imagen de archivo
EL LADO NEGATIVO DE RECURRIR A ESTOS SONIDOS PARA CALMAR LA ANSIEDAD
Sin embargo, una de las cuestiones que más preocupa a los expertos es concebir este tipo de sonidos como una solución rápida, pero sin llegar a profundizar en el qué lo está causando o el buscar otras herramientas para, en este caso, calmar la ansiedad. Torres apunta que no es más que "un tipo momentáneo" al que recurrir "en un momento concreto".
En esta fórmula, apunta, "buscamos la inmediatez, lo indoloro, lo inmediato", cuando la realidad es que "no existen fórmulas mágicas".
Imagen de archivo
"Creo que más que recurrir a un pitido y tener que ser dependiente de que este sonido esté presente para poder calmarnos, para poder regularnos emocionalmente, para poder tomar el control de nuestro psiquismo, es algo muy desadaptativo", ha reprochado.
En este caso, es fundamental conocer, aprender y retener una serie de estrategias "con las que poder regularnos internamente" que nos permitan tener el control de nuestras emociones y de lo que estamos sintiendo en cada momento y evitar así "recurrir a una fórmula mágica puntual en un momento concreto que nos vaya a calmar".
Para ella, de hecho, esto es similar a recurrir "a un chupete" o a cualquier otra estrategia de "regulación emocional desadaptativa" que, a medio y largo plazo, puede llegar a tener "un papel muy nocivo en nuestra vida, desarrollando adicciones a según qué comportamientos o a según qué sustancias".
"Ser dependiente de un algo para calmarnos siempre, sin excepción, es negativo, es contraproducente", ha agregado.
Por ese motivo, la doctora en Psicología considera fundamental "conocerse" y aprender a detectar "cuándo nos estamos enganchando" a ciertos comportamientos como la rumiación o el sobrepensar. Ahí, en ese punto, "es importante que puedan detectar cómo están descompensándose, cómo están desregulándose".
"Hay que aprender estrategias que, desde luego, no se desarrollan en un día o con un vídeo de TikTok", señala la experta. Para eso, recuerda, hay profesionales que podrán enseñarnos "estrategias de regulación mucho más adaptativas", concluye.