¿Es seguro comerse la piel blanca del fuet? Un charcutero explica de qué está compuesta y si es perjudicial para tu salud
Originario de Cataluña, el fuet se ha conseguido hacer con un lugar fundamental en prácticamente todas las mesas españolas

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Los embutidos en nuestro país forman parte de nuestro abanico gastronómico, fruto de una tradición más que centenaria y que ha convertido todos estos productos en esenciales de la cultura española. Destacan, fundamentalmente, el jamón ibérico, el chorizo, el salchichón, la longaniza... y el fuet, que también se ha conseguido hacer con un lugar fundamental en prácticamente todas las mesas españolas, sobre todo en la hora del aperitivo.
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Originario de Cataluña, el fuet está elaborado con carne de cerdo, especias y un proceso de curación que le da ese sabor suave, e incluso algo dulce en algunos casos. Su popularidad es innegable y no puede faltar en cualquier reunión o picoteo, donde suele ser uno de los productos fundamentales.
Sin embargo, todavía a día de hoy sigue ese debate sobre su piel blanca y sobre si se debe comer o no. Una capa que se forma debido al moho natural que se desarrolla durante la curación y que ayuda a preservar y potenciar su sabor. Y es que pese a ello, hay quienes la toman sin ningún problema, y hay otros que optan por retirarla. Entonces, ¿es seguro o no tomarla?

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¿Qué es la capa blanca del fuet?
Albert Ribot es propietario de una carnicería y charcutería en el Mercado Central de Tarragona y a través de su perfil de TikTok @sagaribot explica, en primer lugar, que este recubrimiento es un hongo comestible del género Penicillium y cuya función es proteger el embutido mientras este se cura.
La piel blanca que recubre al fuet es, por lo tanto, un moho que los productores artesanales provocan para que crezca durante la etapa de secado y para evitar que aparezcan otros mohos que sí podrían estropear el embutido. La web Jamones Caballero explica que esta capa no solo actúa como protección, sino que también potencia el aroma y sabor del fuet.

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Este recubrimiento está compuesto por el moho blanco, en primer lugar. Este está mayormente formado por el hongo Penicillium que hemos mencionado anteriormente. No solo actúa como barrera natural contra microorganismos no deseados, sino que también mantiene la humedad interior del fuet y su textura en estado óptimo.
Por otro lado, también puede contener harina o almidón para facilitar la formación y crecimiento de este moho. Un paso que se aplica durante el proceso de producción y curado.
¿Es perjudicial comerse la piel blanca del fuet?
Sí, lo es. Lejos de ser perjudicial para la salud, el Penicillium es un hongo seguro e inofensivo. Su presencia en la superficie del embutido es garantía de que ha seguido un proceso de curación adecuado. Por lo tanto, se puede ingerir esta capa sin problemas. En el caso de preferir retirarla, se puede eliminar frotando con un paño seco.
Este desconocimiento sobre el Penicillium es lo que ha extendido la creencia errónea de que la capa blanca corresponde a moho en mal estado. Sin embargo, su existencia es esencial para garantizar la calidad, el sabor y la textura del fuet y otros embutidos curados.