Greta Thunberg, la activista sueca de 16 años abonada a la controversia

Revolucionó hace justo un año la lucha contra el cambio climático en Europa tras iniciar las que se consideran las “huelgas por el clima”. Greta Thunberg decidió en agosto de 2018 iniciar una huelga de no asistencia a la escuela como protesta por los recientes incendios y para demandar al gobierno sueco que cumpliera los parámetros de emisiones de dióxido de carbono establecidas en el Acuerdo de París antes de las elecciones generales del país de ese mismo año. Unas protestas que tuvieron su eco a los largo del mundo replicando en manifestaciones de más de 20.000 estudiantes en el resto del mundo a través de 270 ciudades en Estados Unidos, Dinamarca, Reino Unido, Alemania o Australia, donde emularon las protestas escolares de los viernes.

Esta serie de protestas provocaron el nacimiento de FridaysForFuture, un movimiento internacional en la lucha contra el cambio climático y de freno a las emisiones de CO2. Tras la fundación de esta iniciativa, Thunberg ha proclamado discursos tanto en la COP24 o Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2018, en el Foro Económica Mundial, así como el Comité Económico y Social Europeo. Además, la propia FridaysForFuture impulsó la Marcha Mundial Contra el Cambio Climático del pasado 15 de marzo.

Sin embargo, la líder del movimiento, de 16 años y con Síndrome de Asperger, se ha visto envuelta en varias polémicas recientemente. Esta misma semana saltaba a los medios que viajaría a la cumbre de la Organización Nacional de las Naciones Unidas en Nueva York en yate para, en palabras de Thunberg, evitar la contaminación de los aviones. Se trataba de un barco patrocinado por el Club de Yates de Mónaco BMW y por un banco suizo. La activista anunció que los logos serían borrados a su llegada a la ciudad estadounidense.

También ha cobrado especial relevancia una publicación de Thunberg desde su cuenta personal de Twitter en la que compartía una imagen el pasado mes de enero en un viaje en tren en el que puede verse a la joven ecologista almorzando comida de envases de plástico de un solo uso.