DOLOR INFANTIL
Un 46% de niños sufre algún dolor persistente, 9 puntos más que hace 15 años
Un 46 % de niños y adolescentes sufren algún tipo de dolor persistente, cuando hace quince años este porcentaje era del 37 %, según un estudio de la Cátedra de Dolor Infantil de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona.
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Un 46 % de niños y adolescentes sufren algún tipo de dolor persistente, cuando hace quince años este porcentaje era del 37 %, según un estudio de la Cátedra de Dolor Infantil de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona.
El estudio, que se ha hecho en los centros educativos de primaria y secundaria del Camp de Tarragona, ha constatado que casi la mitad de los niños y adolescentes tienen dolor al menos una vez por semana durante tres meses, una tendencia al alza que también se manifiesta en el dolor "de alto impacto".
El trabajo, realizado por el grupo de investigación ALGOS de la Cátedra de Dolor Infantil del Departamento de Psicología de la URV y la Fundación Grünenthal, liderado por el catedrático Jordi Miró, también constata que el dolor crónico de alto impacto ha pasado de afectar al 1 % de los niños y adolescentes a hacerlo al 5 % en el mismo periodo.
Los investigadores han considerado el dolor crónico aquél que se ha manifestado semanalmente y, como mínimo, en los tres últimos meses, y las localizaciones más habituales, según el estudio, son la cabeza, la espalda y las piernas.
"Entre las chicas es donde más incidencia tiene esta problemática, que empeora con el paso de los años", ha destacado Jordi Miró, que ha afirmado que "son datos perfectamente extrapolables, puesto que es una tendencia que estamos detectando en el ámbito internacional, donde también se da este aumento tan significativo".
"No es un hecho aislado de nuestro país, puesto que también lo vemos reflejado en estudios propuestos por la OMS, en que hemos observado que la prevalencia va en aumento", ha reiterado Miró.
El investigador se ha mostrado preocupado por el aumento de los casos de dolor crónico de alto impacto, en que este dolor afecta gravemente a nivel físico, psicológico, social y escolar, con problemas, por ejemplo, de movilidad, de fatiga, de ansiedad, de sueño o de depresión.
"Todo ello comporta, por ejemplo, pérdida de días de escuela, con una afectación clara en el rendimiento escolar", ha subrayado Jordi Miró, director de la Càtedra de Dolor Infantil de la URV-Fundación Grünenthal.
Según Miró, no hay una respuesta definitiva para explicar las causas de este aumento.
"Sin embargo, tenemos respuestas parciales, como por ejemplo los resultados de algunos estudios que hablan del estrés, del sedentarismo, de la calidad del sueño, del tiempo pasado ante las pantallas. Esta visión parcial ya nos permite ir dibujando programas para la prevención", ha advertido Miró.
El director la Cátedra de Dolor Infantil de la URV-Fundación Grünenthal ha propuesto "una acción decidida" en diferentes frentes y de manera combinada, ampliando los programas de tratamiento disponibles, mejorando la formación de los profesionales que tienen que atender la población con problemas de dolor y fomentando la investigación.
El equipo ed Jordi Miró gestiona el programa para el estudio y el tratamiento del dolor crónico infantil del hospital Sant Joan de Reus (Tarragona), un servicio gratuito único en España.