RESISTENCIAS ANTIBIÓTICOS

Nuevos antibióticos y más educación para evitar tres muertes cada 90 segundos

Cada año mueren en el mundo 1,2 millones de personas por bacterias resistentes a los antibióticos, 4.000 en España; la falta de nuevos fármacos eficaces y el mal uso que le da la población por falta de educación explican el gran problema al que se enfrenta la salud pública mundial pero que aún no se toma en serio.

Agencia EFE

Publicado el - Actualizado

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Cada año mueren en el mundo 1,2 millones de personas por bacterias resistentes a los antibióticos, 4.000 en España; la falta de nuevos fármacos eficaces y el mal uso que le da la población por falta de educación explican el gran problema al que se enfrenta la salud pública mundial pero que aún no se toma en serio.

En los dos últimos años, no ha aparecido ningún antibiótico nuevo que no sea derivado de los ya existentes, con lo que "está claro que tenemos un problema de desarrollo", ha explicado Jordi Vila, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Clínic de Barcelona, en un encuentro con los medios organizado por MSD con motivo de la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos.

No obstante, el experto no ha querido mostrarse pesimista porque hay indicios de que la industria farmacéutica "está volviendo a apostar" por el diseño de nuevos antibióticos y el campo de la investigación se encuentra al alza.

Uno de los grandes desafíos que suponen las bacterias multirresistentes es la falta de concienciación, y aún buena parte de la población, casi la mitad, cree que los antibióticos sirven para curarse un resfriado.

Cada 90 segundos fallece alguien por infecciones causadas por bacterias multirresistentes, pero "no hay conciencia global de que el problema existe. Es como el cambio climático. Y si no hacemos ahora algo, para 2050 morirán 10 millones de personas anualmente", ha advertido el microbiólogo.

En España, las cifras son "crudas" con 4.000 muertes anuales y, como ocurre en el resto de países mediterráneos, es uno de los mayores consumidores de estos medicamentos, aunque haya logrado reducir un 50 % en salud animal o un 25 % en salud humana desde 2014.

Vila cree que, a nivel hospitalario, "las cosas se han hecho muy bien" y están funcionando correctamente los PROA (Programas de Optimización de Uso de Antibióticos), pero a nivel ambulatorio aún queda mucho por hacer.

"Ahí nos tenemos que copiar bastante de los países nórdicos en tiempo de dedicación a los pacientes", muy superior a los "3-5 de aquí", en la disponibilidad de herramientas de diagnóstico rápido y, sobre todo, en educación sanitaria, puesto que allí "no insisten al médico en que les den antibióticos".

De esta forma, los mensajes de concienciación deben incidir mucho más "a nivel comunidad para que haga buen uso" y no tirar de estos fármacos cuando "duele la garganta", sino devolver siempre los excedentes a la farmacia, evitar la automedicación y seguir en todo momento la prescripción del medico.

Las medidas a tomar pasan por dos niveles: el de la prevención, haciendo un buen uso, y el de evitar la diseminación, con algo "tan importante y sencillo" como lavarse las manos, sobre todo si se ha estado en un centro sanitario, en transporte público, manipulando basura o tocando animales. "Nos tenemos que lavar las manos, sí o sí", ha resumido el experto.

Por todo ello, MSD, con el apoyo de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias, la Sociedad Española de Quimoterapia, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica y la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, ha lanzado la campaña "Hagamos un buen uso de los antibióticos. Comparte el mensaje, súmate".