Piden realizar una prueba con las uñas para detectar un cáncer que suma 20.000 casos cada año en España: en 5 segundos

Signos en las uñas pueden traducirse en problemas como cambios en los niveles de azúcar, según la American Diabetes Association

Imagen de las uñas de una mano

Alamy Stock Photo

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Lorena Costa

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Las uñas pueden ser un indicador clave de nuestra salud general. Cambios en su forma, color o textura pueden alertar sobre enfermedades no detectadas, desde problemas metabólicos hasta pulmonares o cardíacas.

Por ejemplo, el síndrome de las uñas amarillas puede estar relacionado con problemas linfáticos, enfermedades respiratorias crónicas y artritis reumatoide. La diabetes, por su parte, puede manifestarse en las uñas a través de líneas de Beau, surcos horizontales que indican interrupciones en su crecimiento debido a descompensaciones en los niveles de azúcar en sangre según American Diabetes Association.

Pero una de las alteraciones más llamativas y preocupantes es la aparición de uñas en forma de "cristal de reloj", una condición que puede ser señal de enfermedades pulmonares graves como la tuberculosis, el enfisema pulmonar, la fibrosis pulmonar o incluso el cáncer de pulmón.

Las uñas en forma de "cristal de reloj" o acropaquia se caracterizan por el engrosamiento de las puntas de los dedos y la curvatura de las uñas alrededor de los extremos, dándoles una apariencia redondeada y bulbosa. Este fenómeno suele estar relacionado con la hipoxia crónica, una falta prolongada de oxígeno en los tejidos.

Según el diario Frankfurter Rundschau, "la falta crónica de oxígeno en el tejido es la causa de las uñas con forma de cristal de reloj. El cuerpo crea más capilares para mejorar el flujo sanguíneo, pero los vasos sanguíneos adicionales provocan un engrosamiento de los dedos porque el flujo sanguíneo se ve afectado por otra razón y las uñas ya no pueden crecer normalmente”.

Este tipo de alteración es común en enfermedades pulmonares crónicas como la tuberculosis, la fibrosis pulmonar y el enfisema pulmonar. Sin embargo, también puede ser una señal temprana de cáncer de pulmón, lo que lo convierte en un síntoma clave para la detección precoz de esta enfermedad.

En España se diagnostican aproximadamente 20.000 nuevos casos de cáncer de pulmón cada año. Dado que esta patología suele detectarse en fases avanzadas, identificar señales tempranas como la acropaquia puede ser fundamental para mejorar el pronóstico de los pacientes.

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