La promesa de Sánchez sobre el precio de la luz, en riesgo: máximo histórico a mediados de diciembre
Pedro Sánchez prometió que el precio de la luz a final de año iba a ser equivalente a 2018, pero está en máximo históricos con una subida del 366%
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El precio de la luz continúa disparado y mañana batirá todos los récords de la historia alcanzando los 291,73 euros el megavatio por hora (MWh). La subida cada vez es más preocupante y en este diciembre en el que han bajado las temperaturas, 13 de los 15 días han superado los 200 MWh con una media de 221,10 euros por MWh y supone un 14% de aumento respecto a noviembre y un 10,5% mayor que octubre, el mes más caro de la historia.
Los datos chocan con las promesas del Gobierno. El pasado 19 de octubre, Pedro Sánchez aseguraba que a final de año el precio de la luz sería similar al de 2018. El Ejecutivo pretendía reducir esta subida de precios con ciertas medidas entre las que estaban la reducción de impuestos en un 61% y de los costes fijos en un 50%. No solo el presidente del Gobierno aseguró esto, también la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica del Gobierno de España también afirmó que a finales de año los precios serían equivalentes a los de 2018. Pero esta promesa no se ha cumplido y mañana 15 de diciembre el precio de la luz alcanzará el máximo histórico con 291,73 euros el megavatio por hora (MWh).
Todo indicaba que el precio seguiría subiendo, pero el Gobierno no quería afrontar la realidad
Salvo un milagro en los 16 días que quedan de 2021, parece que la afirmación del Gobierno no se cumplirá y los ciudadanos tengan que continuar pagando el megavatio por hora a los precios desorbitados actuales. La realidad es que mañana miércoles el precio medio de la electricidad será de 291,73 euros el megavatio por hora, mientras que en 2018 era de unos 60 euros. Este precio está afectando tanto al consumo individual como el de las empresas y junto a otros factores está provocando una inflación y pérdida de poder adquisitivo.
El Gobierno rebajó el IVA, redujo los costes regulados hasta casi hacerlos desaparecer, eliminó otros impuestos como el de generación eléctrica y otras medidas con las que Pedro Sánchez pensaba que iba a conseguir reducir el precio de la luz, pero queda demostrado que su afirmación fue precipitada. Posteriormente, solicitaron a la Unión Europea una estrategia común con todos los países, pero tampoco tuvo efecto.
Toda esta situación se debe a un cúmulo de factores que han generado la tormenta perfecta para disparar el precio de la luz. Ya destacaba este verano el director de Próxima Energía, Jorge Morales de Labra, que el problema estaba en la ley que establece los precios y que haría falta un cambio de ley que es difícil que se produzca: "Para cambiar el sistema de formación de precios que es el núcleo del problema hace falta cambiar la ley, y eso requiere la aprobación de las Cámaras, por tanto el Gobierno lo que puede hacer es proponer medidas que consigan evitar estos beneficios extraordinarios por parte de las compañías eléctricas, pero sin duda es el Parlamento el que tiene que aprobar esas medidas y cambiar las reglas de juego", afirmó cuando el precio de la luz estaba en 106,57, casi tres veces menos que ahora. En este sentido, señala que el 80% de la producción eléctrica no proviene de la luz ni el gas, por lo que no debería haber aumentado el precio de la energía respecto a otros años si no fuese por esta ley que hace que se sobrepague la electricidad.
A este problema legislativo se suman otros de suministro y de conflictos internacionales. La pandemia de la covid hizo que se paralizase la producción y las compañías energéticas bajaron la producción ante una mayor demanda. Con la vuelta a una relativa normalidad, la demanda creció enormemente y este aumento no pudo satisfacerlo el sector, quedando una demanda mucho mayor que la oferta. Por otro lado, el cierre del gasoducto de Argelia redujo la llegada de gas a España y se tuvo que asumir la llegada de gas natural con tratamientos costosos y un envío por mar que lo hace más caro. Todo esto provocó un aumento del precio del gas y la electricidad y provocó que por la ley de precios de la energía, aquella que se consigue de forma más barata por los recursos naturales, en vez de reducir el precio, mantiene el precio de la que utiliza electricidad y gas teniendo unos beneficios enormes.
Todo esto hacía previsible que el precio de la electricidad siguiese aumentando o se mantuviese en los precios históricos de las últimas semanas, pero el Gobierno liderado por Pedro Sánchez prefirió ganar dos meses de esperanza en vez de afrontar la realidad.