El TDAH es devastador en adultos, pero un buen tratamiento te da la vida

Son muchos los adultos que sufren este trastorno del neurodesarrollo y que nunca han sido diagnosticados

Lupe sufre TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad)

Laura Otón

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

El 40% de las personas con TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad) en edad adulta llegan a las consultas con adicciones a sustancias, pero también a la comida, al sexo o las compras. Otros muchos llegan por casualidad después de una vida descarrilada y con fracasos personales en todos los aspectos. Un diagnóstico es terapéutico y un tratamiento les da la vida. Es el caso de Lupe.

Lupe es fotógrafa y fue diagnosticada con TDAH a los 29 años

Lupe es fotógrafa está diagnosticada desde los 29 años y a sus 34 con dos hijos, ha aprendido una lección muy importante: “Yo he tenido que adaptar toda mi vida como si tuviera una silla de ruedas mental, tengo mucho potencial pero tengo un obstáculo y tengo que ponerme a ello”. Lupe siempre supo que algo pasaba: “Era la tercera vez que iba al psiquiatra me agobiaba mucho, tenía un grandísimo malestar, me diagnosticaban tendencia depresiva y tendencia ansiosa, me trataban con medicación y terapia que no me hacía nada. Cuando bajaba el cuadro, me lo retiraban y claro, otra vez volvía a caer en lo mismo porque había un origen sin descubrir y mi vida era como un bucle”. La desesperación de una vida patas arriba le hizo buscar en Internet y por casualidad se encontró con síntomas similares a los suyos. “Me pasaba todo el día queriendo hacer cosas pero sin hacer nada, queriendo hacerlo todo, te come la frustración pero claro, no tiene los mismos efectos si tienes 16 años, que si tienen 29 y llevas una casa, tienes un marido, un hijo del que ocuparte... empiezas a agobiarte, y llegué a un techo insoportable donde yo no estaba a la altura de mis responsabilidades y del deseo de hacer las cosas bien.”

Esa casualidad le ha devuelto su vida, diferentes tratamientos farmacológicos hasta dar con la clave de lo que necesita, aunque no siempre ha sido fácil. Terapias de ayuda con coach como Fátima Guzmán de la que habla maravillas por su conocimiento del trastorno y su seria experiencia, y en las mejores manos médicas con la doctora Juncal Sevilla psiquiatra especialista en TDAH del adulto de la Fundación Jiménez Díaz y Rúber Internacional.

“Los adultos llevan ya una mochila cuando llegan a la consulta- explica la doctora Sevilla- el feedback que recibes es que eres un poco vago porque no has acabado estudios, porque pierdes cosas, eres un desastre, y tu forma de ser se va conformando de una manera. Lo que define al adulto de TDAH es el sufrimiento, y cuando le encuadras en un diagnóstico y le propones un tratamiento, es un alivio”. El tratamiento pasa por la medicación pero también por la terapia. “Además de medicación hay que hacer grupos de terapia para que adopten nuevas estrategias, para que aprendan a manejar las alarmas, gestionar el tiempo, las agendas, la impulsividad.... tienen una gran dificultad en su control de sus emociones, de sus acciones, hay que trabajarlo a nivel terapéutico”. La mayoría de los adultos prefieren ocultarlo, prefieren no decirlo porque las etiquetas estigmatizan y lo que es más la mayoría de ellos tienen que escuchar “Vaya tontería cualquiera puede perder las llaves, pero si el TDAH no existe..."

El TDAH no es un invento

La doctora Sevilla explica que desde el siglo XIX existe bibliografía que documenta este trastorno que a lo largo de la Historia se ha llamado de diferentes maneras. “Es una evidencia científica, pero es mejor negarlo para que la comunidad médica no salga de su zona de confort y el daño que se está haciendo a muchas personas es brutal”. Lupe asegura que cada vez que lee un artículo en el que se explica que el TDAH es una invención pasa un día y medio de bajón “A mi me hicieron test durante tres días muy a fondo, mucho más que cuando me diagnosticaron depresión y ansiedad y entonces nadie lo puso en duda”. La doctora recuerda que “hay estudios de neuroimagen, de neuroimagen funcional donde se puede ver que las estructuras cerebrales en personas con TDAH son levemente diferentes al resto de la población, la neurotransmisión de la dopamina y de la noradrenalina funciona de forma diferente.”

La calidad de vida de las personas mejora muchísimo. “La ayuda de mi psiquiatra, y el apoyo de mi familia y sobre todo mi marido ha sido fundamental, fue una ducha devastadora. Es como si fueras miope y te ponen gafas, para mi era como empezar en el modo experto de un videojuego y me pasan al modo fácil, y dije ¡Ah! por eso estáis tan tranquilos viviendo vuestra vida, es que la vida así es maravillosa”, explica Lupe.

“Mi marido y yo nos hemos organizado de tal manera que no repartimos las cosas de casa al 50%, sino por capacidades. A mi me cuesta más llevar a los niños al colegio a su hora y se encarga él, yo los recojo por la tarde que sí llego. Él pone el lavaplatos y yo me encargo de cocinar....”. Lupe ha cambiado de trabajo, se ha dado cuenta que el trabajo creativo es en lo que realmente ella se desarrolla muy bien. Es fotógrafa y sabe que tiene hecho un trabajo estupendo a tiempo, donde vierte todo su potencial.

Niños con TDAH ¿qué pasa en la edad adulta?

La doctora Sevilla explica que no se les puede dejar solos cuando llegan a la edad adulta si existe un diagnóstico desde pequeños. “Cuando encuentras un niño tratado yo lo noto, esos niños de mayores van solos, ellos saben organizarse, han aprendido estrategias, no tiene que ver nada con esos otros adultos sin diagnostica, se nota que hay un trabajo detrás. A estos niños hay que hacerles un tratamiento continuado, no les puede soltar como habitualmente hacen algunos médicos o pediatras”. Dicen que su evolución es buena pero es falso que con 18 años el TDAH desparezca. “Tenemos que estar en alerta, no hay que bajar la guardia, tenemos que acompañarles”.

El mito de que los medicamentos son muy peligrosos también planea entre familias y pacientes, la doctora Sevilla asegura que son muy seguros y que desde el seguimiento profesional se pueden ir adecuando. En el caso de Lupe ha tenido que ir buscando los adecuados a lo largo de estos cinco años, ahora está sin tratamiento.

Médicos y pacientes apuestan por visibilizar, porque son muchas las personas que se encuentran perdidas y necesitan apoyo. Las asociaciones normalmente están enfocada más a los niños y llevadas por los padres, pero cada vez hay más recursos e información. Y sobretodo quieren dejar claro que con TDAH se puede vivir y hacerlo muy bien.

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