Debut y triunfo con responsabilidad de figura de Manzanares en Colmenar Viejo

Veinte años sin pisar el ruedo de La Corredera. José María Manzanares en su extensa carrera no había trenzado el paseíllo aún en Colmenar Viejo. Ha tenido que esperar hasta este 2022 para actuar y triunfar en la localidad madrileña. Dos orejas y una tarde en la que se ha echado a sus espaldas el peso del cartel tras la baja de Andrés Roca Rey. Actuación con responsabilidad de figura, para despejar dudas recientes y en la que ha cortado una oreja a cada toro de su lote para sumar así su primera puerta grande en este coso.

La primera oreja llegó en el segundo de la tarde, un astado noble y con cierta calidad con el que se le vio confiado al alicantino. Hubo muletazos de terso temple y notable expresión, aunque a la faena le faltó ser más compacta. Pero como con la espada los revienta, Manzanares sumó el trofeo.

El quinto, que brindó al ganadero local Ginés Bartolomé, tuvo nobleza y clase pero siempre lastrado por su falta de empuje. Manzanares se volvió a mostrar con una disposición encomiable. Muy templado y acoplándose a la ralentizada embestida del toro, dejó muletazos de empacado trazo, especialmente en el toreo en redondo. Dejó una estocada casi entera y tendida que fue suficiente para hacer doblar al de Algarra. Paseó otra oreja que le permitía salir a hombros.

Muy poco juego ofreció el abreplaza de Algarra, un animal incierto que medía muchísimo a los engaños que le ofreció Diego Urdiales. Muy desigual en sus embestidas, nunca ofreció dos iguales durante la faena de muleta. No hubo brillo por ningún lado ni al riojano se le vio a gusto.

El cuajado cuarto tampoco ofreció mejores prestaciones. Frenado y guardándose todo, solo hubo una tanda con emoción cuando el toro embistió a derechas con más fuerza que clase a la muleta de Urdiales. La emoción brotó a los tendidos, pero no hubo continuidad después. Lo avíó de una estocada delantera que fue letal.

El tercer ‘algarra’ fue el de menor trapío de la primera parte del festejo. Rápido cantó tanto su calidad como su contado poder. No ayudó un inicio de faena poderoso y embrocado que quebró aún más la endeble condición del toro. A partir de ahí, un Luque en estado de gracia exprimió el fondo de nobleza que traía de serie el astado. Un sitio apabullante y un valor a prueba de bombas, muy por encima de la condición del toro. El estoconazo final elevó la faena al premio de la oreja.

El bruto y manso sexto solo le permitió a Luque mostrarse dispuesto y con valor, pero el de Luis Algarra no valió ni un duro.

Colmenar Viejo (Madrid), martes 30 de agosto de 2022. 3ª de Feria. Casi dos tercios.

Toros de

, bien presentados aunque de desiguales hechuras. Conjunto bajo de raza, manejable pero muy soso.

Diego Urdiales, silencio y ovación.

José María Manzanares, oreja y oreja tras aviso.

Daniel Luque, que sustituía a Roca Rey, oreja y silencio.

Incidencias: Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del 37º aniversario de la muerte, en esta misma plaza, del diestro José Cubero Yiyo.